Decenas de miles de opositores venezolanos protestaron ayer en la denominada “madre de todas las marchas” contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Las movilizaciones multitudinarias dejaron dos jóvenes muertos, más de un centenar de heridos y al menos 500 detenidos. Mientras que el mandatario dijo que está desmantelando el golpe de Estado terrorista.
Los opositores, quienes marcharon en varias ciudades del país, fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos, balas de goma y camiones hidrantes, mientras que en Caracas decenas de miles de adeptos de Maduro se congregaron en respaldo al mandatario sin ser disuadidos por la policía.
El líder opositor y ex candidato presidencial Henrique Capriles convocó a más protestas para hoy, “en los mismos puntos y a la misma hora” y llamó a no tener miedo, pese a que Maduro advirtió que las fuerzas de seguridad seguirán desplegadas en las calles para frustrar lo que calificó de un intento de “golpe de Estado” en su contra.
“Miedo tiene Maduro, quien utiliza los cuerpos de seguridad para reprimir al pueblo”, indicó Capriles.
Durante las protestas de ayer un grupo de supuestos simpatizantes del oficialismo, que intentó impedir una movilización opositora en una zona de clase media de la capital, abrió fuego y segó la vida de Carlos Moreno de un disparo en la cabeza, dijeron a Reuters efectivos de la policía y un familiar.
El estudiante universitario, de 17 años, no participaba de las protestas. Iba a jugar futbol cuando fue alcanzado por una bala, relató uno de sus tíos.
Más tarde, en la ciudad de San Cristóbal, otra estudiante universitaria, Paola Ramírez, de 23 años, perdió la vida por un disparo de supuestas hordas de motoristas ligadas al oficialismo que abrieron fuego contra ella cuando se retiraba de una protesta. El Ministerio Público informó que inició las investigaciones sobre ambas muertes.
Alfredo Romero, director de la organización humanitaria Foro Penal Venezolano, dijo a AP que “más de 500 personas fueron arrestadas” ayer.
Al finalizar las protestas Caracas quedó partida en dos, ya que además de los opositores marcharon partidarios del gobierno. En la tarde se llevó a cabo un acto público en el que Maduro informó sobre el número de detenidos y advirtió que no retrocederá. “Hoy pretendieron asaltar el poder y los derrotamos otra vez”, dijo.
“Estamos desmantelando el golpe de Estado terrorista. Estoy decidido a defender mi patria y a defender el pueblo y no voy a retroceder ni un milímetro en la defensa de la verdad, de la Constitución y de la paz”, destacó.
En tanto, la canciller venezolana Delcy Rodríguez dijo ayer que su país “rechaza” el “intervencionismo sistemático” de Estados Unidos en la nación caribeña, luego de que el secretario de Estado de ese país, Rex Tillerson, acusara al gobierno de Maduro de estar “violando su propia Constitución y no está permitiendo que las voces de la oposición sean escuchadas”.
También ayer, el embajador venezolano en la OEA, Samuel Moncada, culpó a EU, al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y a un amplio grupo de naciones del organismo de “estimular la violencia” en su país, hecho que Estados Unidos rechazó.