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El presidente Donald Trump dirá a finales de mayo si Estados Unidos sigue o se retira del Acuerdo de París, suscrito por 190 países y que limita las emisiones de dióxido de carbono, anunció la Casa Blanca el jueves.
"Actualmente estamos examinando cuestiones relacionadas con el acuerdo y esperamos llegar a una decisión de aquí a la cumbre del G7 (en Italia) a finales de mayo, si no antes", dijo Sean Spicer, portavoz del Ejecutivo.
En un discurso en el que no mencionó ni una vez el problema del cambio climático, Donald Trump anunció el martes la ofensiva contra las iniciativas de su predecesor demócrata Barack Obama sobre este tema y prometió una reactivación de la industria del carbón.
Su anuncio de revisar el plan sobre el clima de Obama reavivó las especulaciones sobre la postura que la nueva administración pretende adoptar frente al acuerdo alcanzado en diciembre de 2015 en la capital francesa para tratar de contener el calentamiento global.
Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero después de China, ha jugado un papel central en la implementación de este texto.
Durante la campaña electoral, Trump se comprometió a retirarse del acuerdo y de eliminar el pago "de los contribuyentes estadounidenses" a los programas de Naciones Unidas sobre el cambio climático.
En su audiencia ante el Congreso para el cargo de secretario de Estado, Rex Tillerson defendió mantener al país dentro del acuerdo, considerando que era importante que Washington mantuviera "un asiento en la mesa".
Todd Stern, emisario estadounidense para el clima entre 2009 y 2016 y quien estuvo en la primera línea de las negociaciones internacionales, considera que una salida de este emblemático acuerdo tendría un impacto profundamente negativo en la imagen de Estados Unidos en el mundo.
"Más allá de la postura puramente ideológica, no hay ninguna razón, desde el punto de vista lógico, de retirarse, no hay un verdadero interés en hacerlo", dijo durante una entrevista con la AFP.
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