El Servicio Secreto de Estados Unidos solicitó un incremento de 60 millones de dólares para el próximo año para sufragar la protección de la familia del presidente, Donald Trump, y sus gastos de viaje, según informó hoy The Washington Post.
Casi la mitad de esa cifra, 26.8 millones, tendrían como destino la protección de la familia presidencial en su residencia de tres pisos en la Torre Trump de Manhattan, donde todavía viven la primera dama, Melania Trump, y su hijo Barron.
Con esos 26.8 millones el Servicio Secreto costearía el alquiler de espacios, el alojamiento de sus agentes y comunicaciones, entre otros dispendios.
Los otros 33 millones servirían para sufragar costes de viaje causados por el presidente, vicepresidente y otros mandatarios.
Una explicación para esta partida estaría en Mar-a-Lago, la mansión propiedad de Trump a la que el presidente suele viajar con su familia los fines de semana y a la que también invita a mandatarios de otros países, como al japonés Shinzo Abe.
Sin embargo, los documentos a los que tuvo acceso The Washington Post no citan Mar-a-Lago en concreto.
El Servicio Secreto no revela lo que invierte en protección de los presidentes, por lo que no se puede poner en perspectiva esta partida de 60 millones de dólares.
Sin embargo, para este 2017, el Servicio Secreto solicitó 734 millones de dólares para su partida de "operaciones y apoyo", en la que está incluida la protección de la familia presidencial.
El estilo de vida de la familia Trump ha supuesto un sobrecoste no solo para el Servicio Secreto, sino también para la Policía de Nueva York, que invierte unos 300 mil dólares diarios en la protección de la Torre Trump de Manhattan.
También para el condado de Palm Beach (Florida), donde se ubica Mar-a-Lago, cuya Oficina del Sheriff ha gastado 1,5 millones de dólares desde que Trump es presidente o para la Guardia Costera, que vigila las costas frente a la mansión.
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