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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó ayer su intención de construir un muro en la frontera con México y aseguró que las negociaciones con el gobierno mexicano, para que se haga cargo del costo del proyecto, iniciarán en cuanto llegue a la Casa Blanca, el próximo 20 de enero.
La construcción del muro —“no una valla: un muro”, enfatizó— se iniciará lo antes posible porque no quiere esperar a terminar unas negociaciones que, según sus estimaciones, podrían durar alrededor de un año y medio. “México de alguna forma —hay muchas y diferentes formas— nos reembolsará por el costo del muro”, afirmó.
En su primera conferencia de prensa como presidente electo, 167 días después de la última que ofreció cuando recién fue nombrado candidato republicano a la presidencia, Trump dedicó un espacio a México para reiterar que cumplirá con sus promesas electorales que tienen que ver con el país. El magnate reiteró que el reembolso se hará a través de impuestos, al tiempo que admitió que un desembolso formal es improbable.
Posteriormente, alabó a México y su población: “Respeto al gobierno de México. Respeto a la población de México. Amo a la gente de México. Son gente fenomenal, el gobierno es fantástico”, expresó.
Defiende impuesto. Sin embargo, dijo que se acabó el tiempo en que México se aprovechaba de EU y reiteró que habrá un fuerte impuesto fronterizo contra las compañías que dejen el país y se instalen en otras naciones.
Trump admitió por primera vez públicamente que Moscú estuvo tras los ciberataques que sufrió Estados Unidos durante las elecciones del pasado 8 de noviembre.
“Sobre el hackeo, creo que fue Rusia”, dijo, aceptando las conclusiones de las agencias de inteligencia, de las que ha dicho que desconfía y con las que mantiene un enfrentamiento que aumenta al paso de los días.
El informe que certificaba que el presidente ruso, Vladimir Putin, orquestó un plan para inmiscuirse en las elecciones y favorecerlo obligó a Trump a endurecer un poco su posición, alertando al Kremlin de que eso no puede volver a ocurrir. Pero, a su vez, destacó su intención de convivir con Moscú. “Si a Putin le gusta Donald Trump es un activo, no una desventaja”, aseguró, además de prometer que “Rusia nos va a respetar”.
A pesar de la asunción de las tesis del servicio de inteligencia, la guerra de desconfianza entre ellos es cada vez más manifiesta. El tema central de la comparecencia fue la bomba que detonó CNN la noche del martes, con la filtración de que Moscú tendría material comprometedor para extorsionar a Trump, quien ayer se negó a responder las preguntas del reportero de la cadena.
“Es algo que habría ocurrido en la Alemania nazi”, respondió el magnate, criticando duramente a los servicios de in teligencia y los medios de comunicación que difundieron la noticia que no sólo potenciaba las relaciones entre Trump y Moscú, fuertemente negadas por el magnate y señalando que suponen un riesgo para la seguridad de EU.
Trump repitió hasta la saciedad que todo es una “falsedad”.
“Es una desgracia para nuestros servicios de inteligencia que permitan la filtración de algo así”, acusó.
Además, advirtió al portal Buzzfeed que “sufrirá las consecuencias” por publicar un documento sobre los presuntos lazos de Trump y Rusia, cuya autenticidad no fue confirmada.
Conflicto de interés. Lo que no consiguió fue desvanecer la sombra que pesa sobre él por un potencial conflicto de interés debido a su implicación en su conglomerado empresarial.
De acuerdo con una abogada invitada por Trump, el magnate pondrá todos sus activos en un fideicomiso y cederá el control de la empresa a sus dos hijos varones, Donald Junior y Eric. Ellos tendrán prohibido hacer negocios con potencias extranjeras y pasarán un exhaustivo examen para que se les aprueben acuerdos a nivel interno.
“No hablaré con ellos [de negocios]”, dijo el presidente electo. Sin embargo, mantendrá la propiedad de la compañía, a la que regresará —junto con los beneficios generados— cuando acabe su mandato. El director de la Oficina de Ética Gubernamental, Walter Shaub, dijo que es un paso “insignificante” que “no cumple los estándares”.
Trump nominó ayer a David Shulkin como titular del Departamento para los Veteranos de Guerra. En un comunicado, el equipo de transición destacó que Shulkin se encargará de supervisar y mejorar los servicios de salud para los veteranos, mediante el liderazgo que ha demostrado en su carrera como médico. Con información de Notimex