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Washington.— El gabinete de Donald Trump sigue tomando forma. Tiene más de la mitad de los puestos asignados y a la espera de la ratificación del Senado. El equipo de Trump confirmó ayer que el neurocirujano afroestadounidense Ben Carson es el elegido para comandar el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, generando dudas por su inexperiencia para el cargo.
La nominación, aunque esperada, no deja de ser sorprendente. Hace unos días un portavoz del neurocirujano aseguró: “Carson sentía que no tenía experiencia gubernamental, ni experiencia para liderar una agencia federal”.
De la misma manera, el hecho de que Carson sea reconocido en el ámbito médico pareciera que le colocaba en primera posición para el Departamento de Salud (para el que se eligió a Tom Price) y no el de Vivienda.
La única credencial que parece tener es haberse criado en una zona pobre de la ciudad obrera de Detroit. Eso y la lealtad del neurocirujano hacia el presidente electo, algo que le ha convertido en el afroestadounidense más importante del círculo de magnate.
“Ben Carson tiene una mente brillante y está apasionado en fortalecer comunidades y las familias que viven en esos lugares”, dijo el millonario en un comunicado.
El neurocirujano es conocido por sus fervientes convicciones religiosas y ser un negacionista de la teoría de la evolución a pesar de su formación científica. Es bien visto por los sectores más conservadores del Partido Republicano y aclamado por sus éxitos médicos, que incluso llevaron su historia al cine.
Su misión como secretario de Vivienda será gestionar un departamento centrado básicamente en acabar con la pobreza y ayudar a las comunidades de bajos recursos.