Niños católicos de Los Ángeles, California, presentaron hoy aquí sus cartas a Los Reyes Magos, en las que piden un nuevo corazón para el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

“En lugar de que Los Reyes Magos traigan un regalo solo les pedimos que nos dejen el mejor de todos: que las familias siempre estén unidas”, resaltaron.

“Estamos pidiendo que el nuevo presidente (Trump) no separe a las familias ni deporte a millones de personas, ya solo nos queda la oración”, dijo a Notimex Gloria Saucedo, dirigente de Hermandad Mexicana Nacional.

Saucedo fue una de las participantes del peculiar evento, que se realizó en la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles y en el que un grupo de niños leyó sus cartas a Los Reyes Magos.

Durante el evento, diversas organizaciones y el párroco Arturo Corral, llamaron a los niños de la ciudad a elaborar sus cartas para que sean entregadas al arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, y éste las lleve al Papa Francisco.

“Queremos que las cartas le sean entregadas al Papa y que éste busque hablar con el que será el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que tenga misericordia”, señalaron.

En el evento los niños colocaron pequeños corazones a un corazón más grande, realizado en cartulina de color con la leyenda “Trump” y al que lo rodean de esperanza, armonía y paz.

“Estamos pidiendo un corazón amoroso de Trump y que deje atrás sus mensajes de racismo y amenaza en contra de millones de indocumentados”, apuntaron.

Raúl Sandoval, vicepresidente del Comité de Justicia Social de la Iglesia María Inmaculada en el Valle de San Fernando, se sumó a la petición.

“Hay mucho miedo en los niños de ir a su escuela y que cuando regresen ya no encuentren a sus padres y que sean separados por Trump”, anotó.

Maurilio Bautista, de la Iglesia de La Placita, indicó que en las misas del próximo domingo se pedirá a los asistentes que firmen las cartas al nuevo presidente.

Entre los niños asistentes que leyeron sus cartas estuvieron dos niñas que se han destacado en la lucha por la comunidad inmigrante en Estados Unidos, Jersey Vargas y Sophie Cruz.

Jersey Vargas, ahora de 13 años, fue llevada cuando era niña a El Vaticano y rompió la seguridad para abrazar al Papa Francisco y pedirle ayuda para que su padre no fuera deportado.

“Vamos a pedir que haya ángeles celestiales que cuiden el corazón de Trump para que cambie su postura sobre deportaciones, porque queremos mantener a las familias unidas”, expresó.

“Vamos a luchar porque esos cinco millones de niños estadounidenses con padres indocumentados no sean separados de sus padres”, añadió.

“Vamos a luchar porque no ocurra de nuevo como en la década de los años 40, cuando muchos niños nacidos en Estados Unidos se tuvieron que ir con sus padres deportados a México”, indicó Saucedo.

Sophie Cruz, de siete años, que fue llevada a Washington a la visita del Papa Francisco en el 2015, leyó su carta en la que pide suavizar “el corazón de Trump y de todos los funcionarios que discriminan a los inmigrantes”.

“Queremos vivir sin miedo, queremos ser felices, queremos paz para nuestras familias. Gracias por escucharme”, remató.

Por su parte, Jersey Vargas en su carta señaló: “Queridos Reyes Magos no puedo desear muchas cosas, ya estoy bendecida con una vida maravillosa con mis padres”.

“Pero vivo con temor que mis padres un día no estén presentes pido que en Estados Unidos exista libertad y quiero un país sin racismo, un país sin miedo a deportación. Les pido la reforma migratoria”, finalizó.

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