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Las posibilidades de los demócratas de recuperar la mayoría en el Senado se redujeron el martes conforme los republicanos retenían escaños claves en Carolina del Norte, Indiana y Florida.
Los demócratas arrebataron a sus rivales un puesto en Illinois, pero mientras los republicanos defendían una pequeña mayoría de 54-46 en un impredecible año electoral, las carreras clave en Missouri, New Hampshire, Pennsylvania y Nevada seguían estando demasiado ajustadas como para predecir un ganador.
En Carolina del Norte, los demócratas habían albergado muchas esperanzas de derrocar al senador Richard Burr, que indignó incluso a su propio partido con su informal estilo de campaña. Pero al final, tuvo pocos problemas para imponerse a la demócrata Deborah Ross, ex legisladora estatal y directora de la ACLU de Carolina del Norte.
El senador republicano por Illinois, Mark Kirk, perdió ante la demócrata Tammy Duckworth.
En Indiana, el representante republicano Todd Young derrotó al ex senador y gobernador demócrata Evan Bayh, que lanzó una campaña de regreso muy publicitada que perdió fuelle ante el escrutinio público.
Y en Florida, el senador republicano marco Rubio ganó al representante demócrata Patrick Murphy, lo que le dio a Rubio una plataforma desde la que podría plantear otra candidatura a la presidencia en 2020.
Mientras tanto, en Arizona, el senador John McCain, de 80 años, logró su sexto mandato en la que podría ser su última campaña. El candidato republicano a la presidencia de 2008 fue reelegido sin muchas dificultades pese a las primeras predicciones de que la pugna estaría más disputada.
Los republicanos mantienen una mayoría de 54-46 en el Senado, incluyendo dos senadores independientes que suelen alinearse con los demócratas. Eso quiere decir que los demócratas necesitan recuperar sólo cuatro escaños para obtener la mayoría si Clinton gana la Casa Blanca y puede enviar a su vicepresidente a emitir votos de desempate en el Senado. Si Trump gana, necesitarían cinco asientos.
El Partido Republicano volvió a hacerse de la mayoría hace apenas dos años. Y aun cuando el control del Senado termine siendo con una mínima mayoría, independientemente del partido que gane, las ventajas de ser el partido mayoritario son significativas. El partido en control mantiene la presidencia de comisiones, define la agenda legislativa y opera investigaciones. El primer asunto a abordar probablemente será la vacante en la Corte Suprema.