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Roma.— Al menos 239 inmigrantes han desaparecido en el Mar Mediterráneo en dos naufragios frente a las costas de Libia, según testimonios de dos supervivientes recogidos por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La portavoz de ACNUR para el Sur de Europa, Carlota Sami, informó en su cuenta de la red social Twitter que dos supervivientes que llegaron a la isla de Lampedusa les contaron que las lanchas neumáticas naufragaron y que habría al menos 239 personas desaparecidas.
Según los medios italianos, los dos inmigrantes llegaron a la isla italiana junto con otros 27 tras haber sido rescatados y contaron que, a pesar de las malas condiciones del mar, fueron obligados a embarcar y después se produjo el naufragio. Las dos embarcaciones zarparon desde las costas cercanas a Trípoli y la mayoría de los inmigrantes proceden de Guinea.
La Guardia Costera italiana había informado el miércoles del rescate de 29 personas y la recuperación de 12 cadáveres mientras la lancha se estaba hundiendo a 40 kilómetros de la costa libia. La Media Luna Roja libia dijo haber recuperado en las últimas 72 horas los cadáveres de 38 personas que perdieron la vida en el Mediterráneo.
La alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, dijo a los medios italianos que los supervivientes explicaron que en una de las lanchas viajaban 138 personas y que sólo se salvaron dos mujeres, una de ellas una joven de Liberia que perdió a su hijo de dos años.
En la otra lancha viajaban unas 140 personas y los cinco barcos que acudieron a la zona sólo pudieron salvar a 27, explicó Nicolini, que ayer visitó a los supervivientes que llegaron a la pequeña isla, la más cercana a las costas africanas, y que estaban completamente aturdidos por lo que vivieron.
De acuerdo con esas cifras, el número de desaparecidos podría ascender a 249 entre los dos naufragios.
Los supervivientes explicaron también que pasaron casi dos meses en un barracón en Libia hasta que el miércoles fueron conducidos a la costa y embarcados a la fuerza en las lanchas, a pesar del mal estado del mar y de que una de las embarcaciones era defectuosa.
De los supervivientes, dos de ellos llegaron en graves condiciones debido a las quemaduras por la mezcla de agua de mar y el carburante presente en la lancha y otro sufrió varios ataques epilépticos y tuvieron que ser hoy trasladados a un hospital de Palermo, confirmó el responsable del ambulatorio de Lampedusa, Pietro Bartòlo.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, cerca de 5 mil 200 inmigrantes han muerto en su intento de llegar a otro país para mejorar sus condiciones de vida y de estos 3 mil 930 en el Mediterráneo, a los que se sumarían los últimos 200.
Italia se convirtió este año en el principal punto de entrada en la Unión Europea para los migrantes y refugiados, después de que se cerrase la ruta de los Balcanes y el acceso a través de Turquía a Grecia gracias a un acuerdo entre el bloque europeo y Ankara.
Ayer mismo, la organización Amnistía Internacional (AI) denunció en un informe que la presión de la Unión Europea (UE) a Italia para que aplique “mano dura” a los migrantes ha derivado en expulsiones ilegales y maltratos que en algunos casos podrían constituir tortura.
El informe de AI, se basó en testimonios de más de 170 refugiados entrevistados en los “hotspots” o centros de identificación (creados bajo presión de la UE) de Lampedusa y Taranto y en otras estructuras de acogida administradas por autoridades italianas y Organizaciones No Gubernamentales (ONG). El prefecto italiano responsable de migración, Mario Morcone, desmintió el reporte. “Que las fuerzas policiales ejerzan violencia contra los migrantes es absolutamente falso”, señaló.