Fidel Castro, el líder cubano que lideró a un grupo de rebeldes a una victoria que parecía imposible, impuso un modelo comunista de inspiración soviética en América Latina y desafió a diez presidentes de Estados Unidos, murió el viernes por la noche. Tenía 90 años.
Con voz temblorosa, por momentos entrecortada, el presidente Raúl Castro, anunció en la televisión estatal que su hermano mayor había fallecido a las 22:29 horas del viernes.
"En cumplimiento a la voluntad expresa del Compañero Fidel, sus restos serán cremados", dijo el mandatario cubano, quien cerró su mensaje con el lema más conocido de la revolución cubana:
"¡Hasta la victoria, siempre!".
La era de Castro al frente de los destinos de esta isla del Caribe, ubicada a 140 kilómetros de Florida, estuvo marcada por la invasión de Bahía de Cochinos en 1961 y, al año siguiente, la crisis de los misiles cubanos que llevó al mundo al borde de una guerra nuclear.
El revolucionario barbudo, que sobrevivió un intenso embargo comercial estadounidense además a de decenas o quizá cientos de intentos de asesinato, falleció una década después de que una enfermedad le obligase a ceder formalmente el poder a Raúl.
El gobierno de Cuba anunció que las cenizas de Castro serán enterradas el 4 de diciembre en la ciudad oriental de Santiago, la cuna de su revolución. El sepelio llegará tras más de una semana de homenajes que incluirán una caravana que recorrerá casi todo el país repitiendo, a la inversa, su viaje desde Santiago a La Habana tras el triunfo de la revolución en 1959.
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