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El noreste de Japón ha sufrido más de un centenar de réplicas del fuerte terremoto de 7.4 grados Richter que el martes provocó en la región la activación de la alerta por tsunami y generó olas de más de un metro de altura.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) instó hoy en rueda de prensa a los habitantes de las zonas costeras del noreste de la isla de Honshu, la principal del país, que estén atentos a la posibilidad de que se repita un temblor de magnitud similar al de la víspera durante la próxima semana.
Desde que el terremoto de 7.4 grados golpeara la zona el miércoles a las 05.59 hora local (21.59 GMT del lunes) se han registrado más de cien réplicas de nivel 1 o superior en la escala japonesa cerrada de siete niveles, algunas de las cuales llegaron a superar los 5 grados Richter.
El sismo del martes provocó una subida del mar de hasta 1.40 metros, el nivel más alto que ha visto el país desde el devastador terremoto y tsunami que arrasaron esta misma región en 2011 dejando más de 18.000 muertos y desaparecidos y provocando en la central de Fukushima el peor desastre nuclear desde el de Chernóbil.
Pescadores de la región comprobaron hoy los perjuicios provocados en la víspera por la ola, que en algunos casos ha dañado por completo los cultivos de algas, según informó la radiotelevisión pública NHK.
Durante las seis horas que se activó la alerta el martes, 11 ciudades fueron evacuadas, la mayoría en la prefectura de Fukushima, donde se situó el epicentro del temblor, y más de 13.000 personas llegaron a abandonar sus hogares y se cobijaron en refugios.
Japón se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que las infraestructuras están diseñadas para aguantar los temblores.
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