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Donald Trump recibió el lunes en las alturas de Manhattan a un grupo de ex adversarios, viejos aliados y ejecutivos de televisión como parte de una transición presidencial que se asemeja en ocasiones al reality show que alguna vez condujo.
Trump se reunió con casi una decena de candidatos a su gabinete, todos los cuales desfilaron frente a las cámaras colocadas en el vestíbulo de la Torre Trump cuando ingresaban en el elevador para ver al presidente electo. Fuera de la vista pública, Trump recurrió a sus raíces de astro de televisión al grabar un video en el que habló de sus metas legislativas una vez que tome el cargo.
Trump no anunció de inmediato ningún nombramiento después de las reuniones, las cuales siguieron a dos días de entrevistas en la casa club de su campo de golf en Bedminster, New Jersey.
A diferencia de sus predecesores, quienes con frecuencia hablaron con candidatos al gabinete bajo una nube de confidencialidad, Trump ha convertido la búsqueda en un proceso de audición bastante público. El singular ejercicio tomó el lunes un sentido rutinario: primero, Scott Brown, ex senador de Massachusetts, salió del elevador chapado en oro hacia el vestíbulo de mármol después de su reunión y dijo a los reporteros que él era "la mejor persona" para convertirse en secretario de Asuntos de Veteranos.
A continuación, la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, una candidata al puesto de secretaria del Interior, hizo básicamente lo mismo: salió con grandes zancadas del elevador para decir que tuvo "una plática maravillosa" con Trump. El ex gobernador de Texas Rick Perry rechazó hablar con los reporteros, pero se tomó un tiempo para una fotografía con el Naked Cowboy, el cantante en ropa interior que es una institución en Nueva York y que normalmente actúa en Times Square pero que ha pasado los últimos días afuera de la Torre Trump cantando con su guitarra sobre el presidente electo.
La legisladora demócrata de Hawaii Tulsi Gabbard, quien renunció a su cargo en el Comité Nacional Demócrata después de que apoyó a Bernie Sanders contra Hillary Clinton, también se reunió con Trump, pero ingresó y salió sin ser vista. Después defendió el hecho de estar de acuerdo con Trump respecto a la participación de Estados Unidos en Siria e indicó en un comunicado que "nunca haría política con vidas estadounidenses y sirias".
El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, aliado de Trump durante mucho tiempo, llegó con su esposa, Callista, y dijo a reporteros que indicó a Trump que estaba interesado en ser un "planificador de alto rango" para coordinar esfuerzos de política a largo plazo entre republicanos en control de las tres ramas del gobierno.
La asesora Kellyanne Conway dijo que "no todos ellos estarán en el gabinete y el gobierno federal, pero sin increíblemente importantes al ofrecer sus puntos de vista, su experiencia y su visión del país".
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