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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá este fin de semana con Mitt Romney, una importante figura del Partido Republicano que tuvo un abierto enfrentamiento con el magnate durante la reciente campaña electoral.
La reunión, confirmada hoy por fuentes políticas, ha desatado versiones sobre la posibilidad de que Romney, que perdió las elecciones presidenciales de 2012 contra Barack Obama, pueda ser nombrado titular de la Secretaría de Estado.
El equipo de transición ya anticipó que este fin de semana Trump seguiría con sus contactos para definir el equipo que lo acompañará cuando llegue a la Casa Blanca en enero próximo, del que sólo se han dado a conocer hasta ahora dos cargos de alto nivel.
La posibilidad de una entrevista entre Romney y Trump fue adelantada por medios locales, pero fuentes oficiales del equipo de transición no han dado a conocer detalles al respecto.
"Estamos trabajando en ello", afirmó Kellyanne Conway, que está actuando como portavoz del equipo de transición del presidente electo, en declaraciones a los periodistas en la Torre Trump, donde el presidente electo vive y tiene sus oficinas.
Algunos medios locales apuntaron la posibilidad de que detrás de esta reunión esté el deseo de Trump de contar con Romney para que sea secretario de Estado, posibilidad que no ha sido confirmada oficialmente.
Romney se suma así a la lista de varias figuras que de una u otra forma han sido citadas para ese puesto, entre ellos el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, y hoy mismo la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley.
Pero la reunión entre Trump y Romney sorprende porque las fuertes rivalidades que hubo entre ellos durante la campaña electoral fueron muy intensas, en medio de los recelos que muchos dirigentes republicanos tenían hacia la figura del magnate neoyorquino.
Romney llegó a calificar de "fraude" y "farsante" a Trump y dijo que, de llegar a la Casa Blanca, llevaría al país al "abismo".
"Si nosotros, republicanos, elegimos a Donald Trump como nuestro candidato, las perspectivas de un futuro seguro y próspero se verán menoscabadas", afirmó Romney en llamadas telefónicas que hacía para impulsar la candidatura republicana de John Kasich.
Además de éste, Romney apoyó la candidatura presidencial de Marco Rubio, y cuando Trump ganó las elecciones internas, le negó su apoyo, de la misma forma que lo hizo el senador John McCain, quien fue candidato presidencial republicano en 2008.
Trump también dedicó críticas a Romney por su campaña fallida para llegar a la Casa Blanca en los comicios de 2012.
"Fue un candidato horrible y fallido", señaló Trump, quien agregó que los republicanos se sintieron "decepcionados terriblemente" por la campaña hecha en 2012 contra el "presidente fallido" Barack Obama.
"El hombre (Romney) desapareció. No hizo nada durante las últimas semanas. Mientras Obama estaba en todas partes. Aquella (la votación de 2012) fue una carrera que debía haberse ganado", apuntó.
Hoy, en la Torre Trump, el senador Jeff Sessions, vicepresidente del comité ejecutivo del equipo de transición, acogió favorablemente la posibilidad de que se reúnan Romney y el presidente electo.
"Creo que es bueno que se reúna con gente como Romney. Hay un montón de gente talentosa con las que necesita relacionarse, y creo que Romney puede ser capaz de hacer de hacer varias cosas", agregó el senador Sessions.
ae