El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, pidió hoy a Rusia que dé pasos para detener la "matanza" en Siria, tras la reanudación de los bombardeos en Aleppo después de más de tres semanas de pausa humanitaria.
"Rusia tiene una oportunidad única para persuadir al régimen sirio de que termine este enfoque militar destructivo, permita acceso humanitario completo a las zonas asediadas y se comprometa a un acuerdo político que acabe con esta matanza", dijo Johnson en un comunicado.
Un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia negó la implicación de Moscú en los últimos ataques, que han dejado al menos cuatro muertos, y aseguró que las aviaciones siria y rusa llevan 28 días sin bombardear desde el aire la ciudad de Aleppo.
Para el jefe de la diplomacia británica, "la reanudación de los ataques contra la población sitiada en el este de Alepo incrementa el terrible sufrimiento de los civiles y nos aleja de una resolución a este trágico conflicto".
La ministra británica de Cooperación Internacional, Priti Patel, dijo por su parte que "Rusia debe poner fin a la nueva oleada de bombas contra la ciudad sitiada de Aleppo".
"Más de un cuarto de millón de personas están atrapadas en la ciudad y se están quedando sin comida. Esto solo empeorará una situación humanitaria que ya es desesperada", señaló.
"Hago un llamamiento a Rusia y al régimen (sirio de Bachar Al Asad) para que demuestren que pueden mostrar moderación. Las informaciones sobre ataques contra hospitales y campos llenos de sirios desplazados no solo son nauseabundas, sino que pueden además violar la legislación humanitaria internacional", afirmó.
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