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La oposición venezolana repudió ayer la suspensión de la recolección de firmas para activar un referéndum en contra del presidente Nicolás Maduro, calificándola como un “golpe de Estado” al derecho electoral de los venezolanos, y llamó a “tomar” el país el miércoles con protestas.
El líder opositor Henrique Capriles, principal impulsor del referéndum, denunció que con la suspensión de la recolección de firmas se perpetró un “golpe de Estado” al derecho a votar de los venezolanos y alertó de que la medida profundiza la crisis del país.
Como portavoz de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Capriles llamó a los venezolanos a restablecer el hilo constitucional que consideró fracturado por la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), que suspendió la recolección de firmas de electores de 20% del padrón, prevista para la próxima semana, argumentando que así acata órdenes de tribunales de las regiones de Aragua, Bolívar y Carabobo que denunciaron fraude en la primera colecta de rúbricas que había validado en agosto.
La decisión prácticamente elimina la posibilidad de que se celebre el referéndum revocatorio del mandato del presidente Maduro antes del 10 de enero de 2017. Según la Constitución, si Maduro fuera revocado después de esa fecha, no se celebrarían nuevas elecciones y sería su vicepresidente quien culminaría el mandato en enero de 2019, asegurando la permanencia en el poder del chavismo.
La decisión del CNE significa en los hechos que se vuelve al primer paso. Para activar la consulta se necesitaba recolectar 20% del padrón electoral o casi 4 millones de firmas. Al suspenderse esta etapa, queda paralizado todo el proceso.
La medida judicial dictada sugiere que la oposición debería repetir la recolección de 1% de las firmas (casi 200 mil) para pedir la consulta.
Capriles recordó que la oposición ya había advertido que actuaría en consecuencia si ocurría algo como lo que sucedió. “Llegó la hora de defender la Constitución”, afirmó, y convocó a sus huestes a “tomar Venezuela de punta a punta” el miércoles.
A diferencia de manifestaciones previas, cuando la MUD estableció un horario y lugar específicos para protestar, Capriles dijo que la próxima semana irán “hasta donde nos tengamos que movilizar”. Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, dijo que el domingo el foro legislativo tendrá una sesión especial, en la que tratará una serie de temas que fueron mantenidos con reserva por los diputados.
El oficialismo celebró la suspensión, considerándola un acto de justicia. “Se comenzó a hacer justicia por el más gigantesco fraude electoral cometido en la historia de Venezuela. Esto confirma que el referéndum no se realizará este 2016”, dijo el jefe de la comisión de verificación de firmas y alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez. El vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, instó a detener a los responsables del supuesto fraude.
Las reacciones internacionales también se hicieron escuchar, con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, alertando que ha llegado el momento de tomar medidas contra el gobierno de Maduro, en tanto que Estados Unidos expresó su preocupación por el freno al referéndum revocatorio. “Creemos que el CNE impide al pueblo venezolano ejercer un importante derecho constitucional”, manifestó el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Más temprano, un tribunal de primera instancia de la localidad venezolana de Valencia ordenó la prohibición de salida del país de Capriles y otros siete opositores, incluyendo el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba. La orden no detalla las razones de la medida.
El presidente Nicolás Maduro hizo ayer un llamado a los venezolanos, especialmente al antichavismo, a la paz. “Quiero aprovechar para hacer un llamado a la tranquilidad, al diálogo, a la paz, a la justicia, al respeto a la leyes, al acatamiento de las leyes, que nadie se vuelva loco”, dijo en una llamada telefónica transmitida por la estatal VTV desde Azerbaiyán, en medio de una gira oficial por varios países asiáticos.
Maduro se dirigió directamente a los líderes de la MUD para pedirles que “no vuelvan a los tiempos de la locura, es tiempo de cordura. Que no vengan a echarnos una broma este grupo de irresponsables que dirige la derecha venezolana, yo hago un llamado con mucha cordura, con mucho equilibrio, al diálogo del país”.