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El exreo de Guantánamo Jihad Ahmad Diyab, acogido en Uruguay como refugiado desde diciembre de 2014, dijo hoy que el Gobierno de ese país y el de Estados Unidos serán los responsables si acaba muriendo por la huelga de hambre que mantiene desde hace cerca de un mes.
"Mi situación de salud está muy precaria, estoy mal, mi energía está muy baja y yo responsabilizo personalmente al Gobierno de EU y también al de Uruguay si yo muero", manifestó Diyab por mediación de un interlocutor, el activista de derechos humanos Andrés Conteris.
"Tengo dos opciones: me voy a reunir con mi familia en un lugar que nosotros escojamos o voy a morir en Uruguay", agregó el expresidiario, de origen sirio, a través de un escrito que se leyó a la prensa en la puerta del piso donde habita, en el centro de Montevideo.
Diyab comenzó una huelga de hambre en Venezuela -donde acudió a finales de julio tras salir de Uruguay para pedir en el consulado de este país ser trasladado a un tercer Estado- y desde donde fue deportado de vuelta semanas después.
"Yo estoy haciendo esta huelga de hambre para reencontrarme con mi familia y mi mensaje al mundo es que no solo soy yo el que sufro, también sufren mis hermanos que siguen en Guantánamo y los que han salido de Guantánamo", dijo a través del comunicado.
El expresidiario manifestó querer "ayuda auténtica y real y no de personas hipócritas que dicen que van a ayudar pero que no hacen nada" para poder vivir con su familia en otro lugar en el que se les respete y no se les controle.
Expresó su deseo de abandonar Uruguay y comunicó el de su esposa de no querer ir "de ninguna manera" a ese país suramericano.
Asimismo, acusó a EU de presionar a Uruguay para pedir que Venezuela lo deportara de vuelta y de estar interfiriendo para que no pueda ser trasladado a otro país.
De igual forma, culpó a EU de estar separado de su esposa por su encarcelamiento en Guantánamo, lugar que definió como un "centro de tortura", por el hecho de que su esposa fuera encarcelada en Siria y por la muerte de su hijo por la guerra en ese país.
Diyab, junto a otros tres sirios, un tunecino y un palestino fueron acogidos en Uruguay en diciembre de 2014 como parte del compromiso del entonces presidente uruguayo, José Mujica (2010-2015), de colaborar con su par estadounidense, Barack Obama, en el plan de cierre del penal de Guantánamo (Cuba).
El intermediario entre el Gobierno uruguayo y los refugiados, Christian Mirza, dijo hoy a la prensa que el estado de salud de Diyab es delicado y que se va a proveer una monitorización mucho más estrecha de su estado de salud.
"Acabo de hablar con él y está dispuesto a que pueda ser trasladado en las próximas horas a un hospital público", informó Mirza.
En cuanto a la labor que realiza el Gobierno de Uruguay para encontrar una solución, indicó que el Ejecutivo "está haciendo gestiones al más alto nivel a los efectos de buscar una opción viable en el sentido que él ha manifestado", que es poder viajar aun país, preferiblemente árabe.
"Está claro que el Gobierno nacional nunca va a rehuir la responsabilidad y está haciendo ingentes esfuerzos a estas horas al más alto nivel para lograr rápidamente una solución", declaró Mirza.