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La Asamblea General de la ONU aprobó hoy una declaración histórica que reafirma los derechos de los refugiados y migrantes en el mundo, en un momento en que el número de personas desplazadas por conflictos es el mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
Llamada Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes, el documento establece además que la comunidad internacional debe compartir la responsabilidad por los desplazados, aunque fijó para el 2018 la fecha en que se concrete un pacto global con compromisos concretos sobre el tema.
La declaración, firmada por más de un centenar de países, refrendó que los refugiados y los migrantes gozan de derechos sin importar su condición legal, además de que establece como prioridad que los niños reciban educación dentro de los primeros meses de llegar al país de destino.
El documento también estableció la responsabilidad de los países para prevenir y responder ante la violencia sexual y de género que sufren refugiados y migrantes, y subrayó la necesidad de que la comunidad internacional respalde a aquellos países que rescatan, reciben y asilan desplazados.
Solicitó igualmente a los países de destino a que terminen la práctica de detener a niños migrantes con el propósito de determinar su condición migratoria.
Pidió además a la comunidad internacional que ofrezca oportunidades de asentamiento a las personas identificadas por la ONU como refugiados, y solicitó expandir los mecanismos para que personas en busca de refugio se muden a otros países mediante esquemas laborales o educativos.
Finalmente, el texto determinó integrar a la Organización Internacional para la Migración (OIM) al sistema de la ONU, a fin de coordinar mejor la respuesta a este fenómeno.
Pese a los compromisos, la declaración fracasó en su objetivo original de que los países desarrollados se comprometieran a recibir al menos al 10 por ciento de la población anual desplazada por la violencia, tal como había recomendado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al proponer la cumbre.
De acuerdo con la ONU, existen actualmente poco más de 21 millones de refugiados en el mundo, como parte de los más de 60 millones de personas que han sido obligadas a huir de sus lugares de origen por violencia y persecución. La mayoría de estas personas radican en países en desarrollo.
En ese sentido, la Declaración de Nueva York asentó que la comunidad internacional comenzará negociaciones a fin de adoptar un pacto global en el año 2018 para regular la migración bajo principios y enfoques comunes.
Pese a sus limitaciones, el documento puede ser considerado un éxito en el marco del avance de la xenofobia y de los discursos populistas de derecha que culpan a los migrantes de los problemas del mundo desarrollado.
Al respecto, Ban Ki-moon expresó en su intervención que el texto significará que “más niños puedan asistir a la escuela, más trabajadores pueden obtener trabajos en el extranjero, en vez de quedarse a merced de los traficantes criminales”.
En un tono menos celebratorio, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Zeid Raad Al Hussein, declaró que la cumbre había sido organizada porque la comunidad internacional había fallado a las personas más vulnerables del mundo, las que huyen de conflictos.
“Es vergonzoso que las víctimas de crímenes abominables deban ser obligadas a sufrir adicionalmente por nuestro fracaso en ofrecerles protección”, fustigó.
Husein criticó asimismo que los derechos de los migrantes son amenazados en todo el mundo por “fanáticos que usan los temas raciales, que buscan obtener o retener el poder, blandiendo prejuicios y engaños a expensas de las personas más vulnerables”.
Respecto del resultado de la cumbre, Marta Foresti, experta en migración del organismo civil Instituto para el Desarrollo de Ultramar (ODI), destacó que los logros de la declaración son escasos, y que lo importante será la definición de los compromisos concretos en el futuro.
“Todos concuerdan en que se necesitan nuevas ideas y soluciones. La investigación de ODI muestra que una efectiva solución será aumentar las vías legales para los refugiados y migrantes como la única manera de garantizar una migración ordenada y bien manejada”, enfatizó Foresti.
ae