El líder del PP, Mariano Rajoy, pidió hoy a los socialistas españoles que se abstengan en la votación sobre su investidura que tendrá lugar hoy en el Congreso y, de ese modo, hacer posible la formación de un nuevo gobierno.
En la segunda jornada del debate de investidura, Rajoy se dirigió al líder del PSOE, Pedro Sánchez, para pedir esa abstención que haría posible su reelección al frente del Ejecutivo, aunque la opción es poco verosímil ya que poco antes el socialista dejó claro que votaría en contra.
Tras su pacto con Ciudadanos y Coalición Canaria, el candidato conservador tiene 170 escaños a favor y 180 en contra, de modo que todo parece indicar que será rechazado tanto en la votación de hoy como en una segunda prevista para el viernes.
"Déjennos ustedes al menos gobernar. No bloquee y no nos lleve a una tercera convocatoria electoral", dijo Rajoy a Sánchez, quien previamente ratificó su "no" al líder del PP, ganador de los comicios de junio pasado con 137 escaños, por 85 de los socialistas.
Aseguró que España necesita un gobierno con todas sus competencias y no se puede estar "celebrando elección tras elección" hasta que se produzca un resultado "que le guste al señor Sánchez", en alusión a que si antes del 31 de octubre no hay nuevo Ejecutivo habrá cita con las urnas en diciembre, la tercera en un año.
Sobre las críticas del portavoz socialista, que le reprochó que la gestión de Rajoy como líder del PP está vinculada a la corrupción, el dirigente conservador se negó a responder al considerar que "no aporta nada" al debate.
También defendió las medidas económicas y sociales de su gobierno desde finales de 2011 por considerar que han sido "buenas para España", después de años de crisis económica.
En la sesión también intervino el grupo de izquierdas Unidos Podemos, a cuyo portavoz, Pablo Iglesias, Rajoy dijo que está desfasado su discurso de ricos y pobres.
Rajoy le recordó que en los comicios de junio fue votado por ocho millones de personas e hizo hincapié en que defendió la soberanía nacional de España ante Europa, cosa que no pudieron hacer otros países, en mención a los que recibieron un rescate económico, como Grecia.
A Grecia también aludió de forma implícita al recordar que con esa pérdida de soberanía nacional se han tenido que tomar medidas drásticas que pasan por fuertes recortes de pensiones y subidas de impuestos.
jlcg