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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó hoy que llamó a Dilma Rousseff para expresarle solidaridad tras su destitución como mandataria de Brasil.
"Acabo de hablar con la presidenta Dilma Rousseff, compañera, y le expresé toda mi solidaridad, todo el cariño de la mujer, del hombre, del joven de Venezuela, por teléfono le di un abrazo desde mi corazón", dijo Maduro en Caracas, en cadena obligatoria de radio y televisión.
Reiteró que la destitución de Rousseff es un "golpe de Estado parlamentario", que motivó el retiro "inmediato y definitivo" del embajador de Venezuela en Brasil y la congelación de las relaciones diplomáticas y políticas entre ambos países.
"Y estamos en consulta porque hay un Gobierno allí usurpador, que no lo eligió nadie (...) quieren desaparecer a Dilma y a Lula (el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva), los dos líderes más exitosos de los últimos 200 años de Brasil, que sacaron de la pobreza a millones de personas", expresó.
Maduro dijo que, aunque la conversación se dio "en estas horas difíciles", hablaron "con mucho amor, con mucho sentimiento".
El mandatario venezolano redundó en elogios al hablar de Rousseff a quien, entre otras cosas, se refirió como una mujer valiente, decidida y "la mujer más honesta que pudiera encontrarse".
Por último, dijo que Estados Unidos admitió estar detrás de este supuesto golpe por reconocer al Gobierno del ya presidente brasileño, Michel Temer, a quien Maduro tildó de usurpador.
El Senado brasileño destituyó a Rousseff por 61 votos a favor y 20 en contra, en una decisión que también confirma como presidente a Temer, quien seguirá en el poder hasta el 1 de enero de 2019.
La decisión supone el fin de un trámite que comenzó en diciembre pasado en el Parlamento y fue supervisado en cada uno de sus pasos por la Corte Suprema, como garante constitucional de un juicio que Rousseff, condenada por graves irregularidades fiscales, califica de "golpe".
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