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Las detenciones de dirigentes políticos y las amenazas oficialistas ante supuestos planes golpistas marcaron la jornada de hoy en Venezuela, en vísperas de la marcha convocada por la oposición venezolana para exigir la realización del referendo para revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro.
El partido opositor Voluntad Popular (VP), liderado por el dirigente preso Leopoldo López, fue acusado hoy por el gobierno de Maduro de tramar un plan de golpe de Estado a desarrollarse en el marco de la marcha del jueves.
Con el argumento de un plan de golpe, Maduro justificó la detención de dirigentes de VP y otros opositores, quienes, aseguró, tenían en su poder explosivo C4 y uniformes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) para cometer crímenes contra los mismos opositores y culpar al Estado.
El mandatario también aseguró que Leopoldo López, preso desde febrero de 2014 y condenado a casi 14 años de cárcel, "es un agente de la CIA, entrenado en Harvard durante 10 años".
Este lunes fue detenido el dirigente Yon Goicoechea, de VP; horas antes se supo de la orden de aprehensión contra el alcalde opositor de la ciudad de Maturín (este) Warner Jiménez, también de VP; y hoy también fue arrestado el dirigente del partido opositor Avanzada Progresista Carlos Melo.
De VP también es el exalcalde opositor preso Daniel Ceballos, a quien le revocaron el viernes pasado el arresto domiciliario y lo enviaron a una cárcel de máxima seguridad bajo la supuesta confirmación, por parte del Gobierno, de que el político se quería escapar.
Maduro advirtió este martes: "Todo el que se coma la luz va a ir preso, sea quien sea, así se lo anuncio a los factores del fascismo, del golpismo y de la violencia política".
Las advertencias y acusaciones de Maduro se hicieron después de que cientos de chavistas hicieran una marcha para demostrar "unidad" entre los partidarios de la revolución bolivariana y apoyar al presidente en el centro de Caracas.
La movilización convocada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) congregó a sus partidarios para "tomar las calles" del país frente al plan de supuesto golpe de Estado contra Maduro.
El secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Jesús Torrealba, aseguró este martes que ninguna acción que haga el Gobierno en contra de los partidos que conforman la coalición detendrá la manifestación porque cuentan con un "pueblo hermoso, valiente y corajudo".
Señaló que la llamada "Toma de Caracas" será "la más importante movilización política de nuestra historia reciente" al tiempo que reiteró que esta manifestación solo se llevará a cabo en el este de Caracas pues al palacio presidencial de Miraflores, ubicado en el centro de la ciudad, solo llegarán "con los votos del pueblo".
La bancada opositora, que controla el Parlamento, aprobó este martes un acuerdo donde rechaza la "persecución" política que, asegura, ha emprendido el Gobierno de Maduro contra varios dirigentes opositores y ciudadanos comunes.
"La persecución ha sido brutal en particular contra miembros del partido Voluntad Popular, miembro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)", dijo la diputada opositora Delsa Solórzano al presentar el acuerdo.
Solórzano nombró a una decena de dirigentes de VP que, dijo, recientemente han sido objeto de amenazas, retenciones, allanamientos y traslados a prisión.
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) también se pronunció hoy y pidió que se le garantice seguridad a los manifestantes.
"Se trata del ejercicio de un legítimo derecho establecido en la Constitución y el ordenamiento jurídico de Venezuela. Por eso, dichas movilizaciones, concentraciones y actividades de carácter político tienen que ser respetadas y amparadas por los organismos del Estado", dijo el episcopado en un comunicado.
Y en este escenario se supo que el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero llegó hoy a Venezuela, según información suministrada a Efe por fuentes cercanas al entorno del político español; y se pudo confirmar que el exmandatario de Panamá Martín Torrijos también se encuentra en Caracas.
Rodríguez Zapatero encabeza el equipo de mediadores que impulsa un diálogo político que propuso el presidente Maduro, una iniciativa que apoya la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en el que también participan Torrijos y el expresidente dominicano Leonel Fernández.
En julio el expresidente del Gobierno español estuvo en Venezuela para movilizar las gestiones por el diálogo y el mes anterior logró visitar en la cárcel cercana a Caracas a Leopoldo López.
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