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La Habana/Bogotá.— El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC anunciaron ayer haber alcanzado un acuerdo “final” para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado que deberá ser refrendado, o rechazado, por los colombianos en un plebiscito que se realizará el 2 de octubre.
“Queda en manos de ustedes, los colombianos, decidir con su voto si apoyan este acuerdo histórico”, dijo el presidente Juan Manuel Santos en Bogotá, en una alocución por radio y televisión minutos después de que los delegados de su gobierno y los de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaran en La Habana, capital cubana, el cierre de la fase de negociaciones, que empezó en noviembre de 2012.
Poco más de 4.5 millones de votos —de un total de 35 millones de personas aptas para votar— se requieren en el plebiscito para que el pacto sea aprobado. Según encuestas, la mayoría de los colombianos votaría “no” a los acuerdos.
“Hemos alcanzado un acuerdo final, completo, definitivo, para poner fin al conflicto armado con las FARC”, dijo Santos, quien añadió que “hoy comienza el fin del sufrimiento, el dolor y la tragedia de la guerra”, una que se ha cobrado las vidas de más de 200 mil personas y forzado el desplazamiento de millones. También dijo que hoy mismo entregará al Congreso el texto definitivo del acuerdo, para su aprobación.
Desde La Habana, el jefe negociador del gobierno colombiano, Humberto de la Calle, afirmó que el documento firmado ayer es “el mejor acuerdo posible”, el “viable”, y declaró: “La guerra ha terminado”. Del lado de las FARC, el jefe negociador Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, afirmó que “hemos ganado la más hermosa de las batallas, la de la paz de Colombia”.
Además de ellos dos, rubricaron el documento los embajadores de Cuba y de Noruega, países garantes en el proceso de paz. El texto, de 200 páginas, incluye seis puntos generales, agrupados bajo los títulos “Reforma rural integral”, “Participación política: apertura democrática para construir la paz”, “Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas”, “Solución al problema de las drogas ilícitas”, “Víctimas” y “Mecanismos de implementación y verificación”.
El pacto contempla que el partido que surja del tránsito de las FARC a la vida política participará en los comicios de 2018 y 2022 para tener representación en el Legislativo. Se les garantizará un mínimo de cinco curules para el Senado y cinco para la Cámara Baja. Naciones Unidas (ONU) y observadores internacionales monitorearán el fin de las hostilidades y el funcionamiento de 23 zonas y ocho puntos a los cuales arribarán de manera transitoria los guerrilleros mientras abandonan las armas. Habrá un sistema de justicia especial para los implicados en el conflicto.
Las FARC realizarán una conferencia para aprobar su disolución como grupo armado. Luego, en ceremonia solemne, Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, suscribirán el acuerdo. Unas mil personas celebraron en Colombia el anuncio. Estados Unidos y la ONU felicitaron al país por el acuerdo.