El ataque de un grupo de tres insurgentes a la Universidad Americana de Kabul finalizó hoy con la muerte de siete estudiantes, los asaltantes, tres guardias y tres policías, y casi medio centenar de heridos, informó hoy a Efe una fuente oficial.
"Siete estudiantes murieron y otros 35 resultaron heridos en el ataque", declaró a Efe el jefe de Policía de Kabul, Abdul Rahman Rahimi, al confirmar que el ataque fue perpetrado por un suicida acompañado por otros dos asaltantes que fueron abatidos por la Policía.
El responsable policial relató que el suicida lanzó un vehículo lleno de explosivos contra la barrera de la Universidad Americana y a continuación los otros dos insurgentes penetraron en el recinto donde había alrededor de 750 alumnos y profesores.
"Querían masacrar a los estudiantes", dijo, al explicar que la Policía "inmediatamente sacó a todos los heridos a un hospital y ahora están fuera de peligro".
Explicó que dos guardias de la universidad y tres policías perecieron en el ataque al igual que un vigilante del aledaño Instituto de la Vista Noor que murió en el derrumbe del muro de esa institución por el efecto la explosión del coche bomba.
También resultaron heridos nueve policías, indicó.
"Nuestro éxito en la operación ha sido que hemos salvado a 750 estudiantes muy profesionalmente porque un gran número de ellos habían sido tomados como rehenes", afirmó.
Hasta el momento ninguna organización ha reivindicado el asalto.
El ataque se produce después de que a comienzos de mes un grupo de hombres armados no identificados secuestrara en Kabul a dos profesores, uno estadounidense y otro australiano, que trabajan en la Universidad Americana de Afganistán.
El secuestro ocurrió el pasado día 7 cerca de este centro privado de educación superior, cuando los profesores viajaban en un vehículo de la universidad de camino a su residencia.
La universidad comenzó su actividad en la capital afgana en 2006 y en la actualidad cuenta con más de 1.700 alumnos, según recoge su página web.
Afganistán vive un incremento de la violencia que ha hecho elevar este año las víctimas civiles a cifras récord desde que comenzaron a ser contabilizadas en 2009.
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