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El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó un informe con recomendaciones en el que asegura que la Policía de la ciudad de Baltimore (Maryland) violó los derechos civiles con prácticas discriminatorias hacia los negros que fueron asentándose durante años.
En una rueda de prensa en Baltimore, Vanita Gupta, responsable de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, aseguró que las prácticas del Departamento de Policía de esa ciudad violan la Constitución.
Gupta recomendó mejoras en entrenamiento, comunicación con los agentes, investigación interna y un cambio en la estrategia de patrulla de comunidades con población afroamericana.
El informe estuvo motivado por la muerte en abril del año pasado de Freddie Gray, un joven negro que falleció en custodia policial tras se detenido, pese a no haber cometido ningún delito y por cuya muerte ninguno de los agentes procesados fueron declarados culpables de delito o falta alguna.
Gupta presentó, flanqueada por la alcaldesa de la ciudad, Stephanie Rawlings-Blake, y el comisario de policía, Kevin Davis, las conclusiones y opinó que los problemas "no ocurrieron de la noche a la mañana" y fueron asentándose durante años.
El informe indica que el trato a los negros por parte de la Policía es "desproporcionado", y presenta ejemplos como el de un hombre afroamericano que recibió el alto más de 30 veces en menos de cuatro años sin que se presentara una citación por delito alguno.
La alcaldesa Rawlings-Blake aseguró que "se va a poner en marcha un plan concreto para cambiar la cultura de la Policía de Baltimore", y que se revisarán los estándares que regulan el uso de la fuerza, así como los procesos disciplinarios para agentes que son acusados de abuso de poder o extralimitación.
El comisario Davis reconoció que ha habido fallos, pero aseguró que van a detallar una "hoja de ruta" para implementar cambios.
Davis remarcó que no se tolerarán las prácticas discriminatorias en una ciudad con más de 620 mil habitantes, de los que cerca de dos terceras partes son negros, normalmente concentrados en barrios con problemas graves de desempleo, drogas y falta de oportunidades.
El jefe de policía se comprometió a "cambiar y ganar la confianza de las comunidades" y convertir Baltimore en "un modelo" para otras grandes urbes estadounidenses.
Tras un año de prácticas policiales abusivas, los barrios pobres de Baltimore han dado la espalda y recelan de la Policía y, en muchos casos, se han puesto del lado de bandas criminales.
La muerte de Gray fue la gota que colmó el vaso y el desencadenante de graves disturbios y protestas que desembocaron en un compromiso de las autoridades para examinar la raíz de los problemas y aplicar cambios.
jlcg