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Washington.— Las muertes de afroestadounidenses a manos de policías es algo que debe preocupar a “todos”, pues es “sintomático de las profundas desigualdades raciales en el sistema judicial” y que no es un tema “sólo de los negros”, sino “de todos los estadounidenses”, aseguró ayer el presidente Barack Obama.
Desde Varsovia, adonde llegó anoche para participar hoy y mañana en la cumbre de la OTAN, el mandatario de Estados Unidos se refirió a los casos de brutalidad policial registrados en los últimos días que costaron la vida a dos personas. “Cuando ocurren incidentes como estos, hay gente que siente que no se le trata igual a causa del color de la piel. Esta no es una cuestión blanca, no es una cuestión hispana, es una cuestión estadounidense”, expresó en su mensaje.
“Se trata diferente por el color de la piel y eso duele”, añadió Obama, quien pidió cambios en el estamento policial por el “sentido de urgencia” que merece la situación.
Indicó que está claro que no se trató de incidentes aislados, y subrayó que Estados Unidos ya ha “visto tragedias como esta demasiadas veces”.
Que Obama se haya convertido en el primer presidente negro en Estados Unidos no sólo no ha servido para superar el racismo en el país, sino que el fenómeno se ha magnificado especialmente en la segunda mitad de su último mandato. Desde la muerte de Eric Garner en julio de 2014, y los sucesivos casos de hombres afroestadounidenses muertos por la violencia policial, la tensión racial no ha dejado de aumentar.
Según los cálculos de la American Civil Liberties Union (ACLU), en lo que va de 2016, 123 afroestadounidenses han muerto este año a manos de las fuerzas del orden en EU. De acuerdo con la edición estadounidense del diario británico The Guardian, la cifra es de 136.
El gobernador de Minnesota, el demócrata Mark Dayton, tras pedir que el Departamento de Justicia se haga cargo del caso de Castile, se cuestionó si habría ocurrido lo mismo si los pasajeros del auto “hubieran sido blancos”. Y respondió: “No lo creo. Nadie debería ser baleado y muerto en Minnesota por una luz trasera que no funciona. Estoy desconsolado”, dijo.
“Haré todo lo que esté en mi poder para ayudar a proteger la integridad de la investigación y asegurarnos de un resultado justo para los involucrados”, prometió.