El dirigente opositor venezolano Leopoldo López afirmó que la realización este año del referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro está por encima de cualquier conversación con el gobierno.
En tanto, las autoridades anunciaron que se reunieron nuevamente en República Dominicana con un grupo de expresidentes para avanzar en el proceso para un eventual diálogo con la oposición.
López relató el domingo, en un mensaje de su cuenta de Twitter que escribió su esposa, el encuentro que mantuvo el día anterior con el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien sorpresivamente lo visitó en la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de la capital, para conversar sobre el proceso de diálogo que promueve junto con los exmandatarios Leonel Fernández de República Dominicana y Martin Torrijos de Panamá, bajo el respaldo de Unasur.
Rodríguez Zapatero es el primer político extranjero que logra reunirse con López en su centro de reclusión. Otros exmandatarios como Felipe González de España, Andrés Pastrana de Colombia, Jorge Quiroga de Bolivia y Sebastián Piñera de Chile, intentaron visitarlo en la cárcel pero las autoridades no les dieron permiso.
Al referirse a lo que conversó con Rodríguez Zapatero, el dirigente encarcelado dijo que le manifestó que ningún diálogo puede estar por encima de "lograr el cambio constitucional este 2016" y sostuvo que ese cambio "no puede ser intercambiado por nada" porque el "pueblo quiere revocatorio".
"Antes que mi libertad, está la de toda Venezuela", afirmó López al reconocer que en su conversación con el expresidente español le expresó la importancia de liberar a todos los llamados "presos políticos" y su preocupación por la "profunda crisis humanitaria" que enfrentan los venezolanos y la necesidad de abrir un canal humanitario.
El abogado Juan Carlos Gutiérrez, defensor de López, descartó el lunes que el líder opositor, detenido desde hace casi 28 meses, pueda estar negociando su liberación a cambio de respaldar el proceso de diálogo y dijo a The Associated Press que "no existe ninguna posibilidad que pueda producirse una negociación de aplazar el revocatorio a cambio de la libertad. Eso es innegociable. Leopoldo López no lo va aceptar".
La canciller venezolana Delcy Rodríguez anunció la víspera, en su cuenta de Twitter, que la delegación del gobierno que se encuentra en República Dominicana reunida con Rodríguez Zapatero y Torrijos y el equipo de Unasur está "trabajando sin ambages por el diálogo y la paz de Venezuela". No ofreció más detalles.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática planteó como exigencias para un eventual diálogo con el gobierno la realización del referendo revocatorio este año y la liberación de más de 70 personas a las que consideran "presos políticos".
El proceso de diálogo impulsado por Rodríguez Zapatero, Fernández y Torrijos ha generado algunas diferencias entre los opositores debido a que algunos se han mostrado abiertos a conversar con los expresidentes, mientras que otras figuras como el excandidato presidencial Henrique Capriles plantearon que ese acercamiento no puede darse hasta que las autoridades electorales inicien la validación de 1,8 millón de firmas que respaldan el referendo, proceso que se espera desde mayo.
La oposición convocó para el lunes y martes movilizaciones en Caracas y otras ciudades para presionar a las autoridades a que inicien la validación de las firmas.
Rodríguez Zapatero y Fernández anunciaron el 19 de mayo que habían emprendido acciones para activar en Venezuela un gran diálogo nacional y definir un plan para enfrentar la compleja crisis económica que padece el país suramericano, anuncio que fue respaldado por varios gobiernos.
Tras esa primera declaración los exmandatarios tuvieron entre el 27 y 28 mayo encuentros por separado con representantes del gobierno y la oposición en República Dominicana. Medios locales informaron que Rodríguez Zapatero se reunió el 3 de junio nuevamente con opositores en la capital venezolana.
López, de 45 años, fue condenado en septiembre de 2015 a casi 14 años de cárcel tras ser acusado de promover violentas protestas en la capital en febrero de 2014 que dejaron tres muertos y decenas de heridos.
msl