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El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que en Siria se libra una batalla crucial contra el terrorismo, que determinará el futuro del país árabe y de Oriente Próximo, en una reunión con el cuerpo de embajadores del país.
"En la tierra siria se decide el resultado de la lucha contra el Estado Islámico, bajo cuyas banderas se han aglutinado terroristas y extremistas de toda clase, unidos por el deseo de expandirse por todo el mundo islámico", dijo el jefe del Kremlin.
Los terroristas, advirtió, "no disponen aún de todos los armamentos modernos, pero estiran sus manos hacia las armas químicas".
"Su actividad se extiende más allá de una región. Es difícil predecir dónde hay que esperar nuevos ataques de envergadura", subrayó el mandatario ruso.
Putin reiteró que sólo un "frente antiterrorista amplio, en el que insiste Rusia", avalado por toda la comunidad internacional, "puede oponerse con éxito al terrorismo y otras amenazas a las que se enfrenta la humanidad".
"El estado de cosas en el mundo está lejos de la estabilidad y es cada vez más impredecible. Se dan importantes cambios en todos los ámbitos de las relaciones internacionales y crecen los enfrentamientos tanto por la influencia como por los recursos", lamentó.
Todo esto, agregó Putin, pone trabas para la unidad de la comunidad internacional a la hora resolver las crisis y provoca nuevos conflictos.
"Crece el potencial de conflictos, mientras que los riesgos económicos, sociales y de seguridad, en lugar de disminuir se multiplican y se extienden a nuevas regiones del mundo", expuso Putin su diagnóstico de la situación en el mundo.
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