Atacantes suicidas equipados con pistolas y dispositivos explosivos mataron a 42 personas y dejaron a cientos más heridas en el aeropuerto Ataturk de Estambul, en un aparente atentado contra la vital industria del turismo en Turquía. El gobierno sospecha que los extremistas del grupo Estado Islámico serían los autores del ataque, aunque no ha habido confirmación inmediata por parte de dicha organización.

La noche del martes se vivieron escenas de caos y pánico mientras los disparos y las explosiones hacían que los presentes huyeran en todas direcciones.

Imágenes de video de seguridad del aeropuerto que fueron publicadas en redes sociales mostraban una explosión, una bola de fuego que provocó que los aterrorizados pasajeros huyeran en busca de resguardo. Otro parecía mostrar a un atacante, quien herido por el disparo de un guardia de seguridad, se hizo estallar segundos después. Un creciente número de viajantes, algunos arrastrando sus maletas, huyeron por un corredor, mirando atemorizadamente sobre sus hombros.

"Cuatro personas cayeron frente a mí. Estaban despedazadas", dijo Hacer Paksen, trabajador del aeropuerto.

Entre las víctimas había al menos 13 extranjeros y el miércoles aún no se identificaba a muchas personas. La cifra de decesos no incluye a los tres atacantes. La oficina del gobernador de Estambul afirma que hay más de 230 personas heridas.

No está claro si alguno de los atacantes permanece prófugo.

De acuerdo a las autoridades, los perpetradores llegaron en taxi al aeropuerto.

"Cuando los terroristas no pudieron pasar el sistema de seguridad regular, cuando no pudieron pasar por los escáners, los controles policiacos y de seguridad, regresaron y sacaron armas de sus maletas y abrieron fuego indiscriminadamente en el puesto de revisión", detalló el primer ministro Binali Yildirim.

Los tres atacantes llegaron juntos a la sala de arribos del nivel inferior; uno entró, abrió fuego y luego detonó sus explosivos, según un funcionario del Ministerio del Interior y otro funcionario.

Durante el caos, un segundo atacante subió al otro nivel, a la zona de salidas, y se inmoló.

El tercer hombre esperó afuera durante todo el incidente y detonó sus explosivos mientras las personas intentaban huir del aeropuerto, dijeron las autoridades.

Por separado, un alto funcionario de seguridad de Turquía dijo que ninguno de los tres atacantes era de nacionalidad turca. Todos los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizados a discutir públicamente la investigación.

Paul Roos, un turista sudafricano que se disponía a volar a casa con su esposa, dijo que escuchó disparos mientras subía la escalera.

"Estaba este tipo deambulando, vestido de negro y tenía una pistola".

Los funerales para algunas de las víctimas comenzaron el miércoles mientras las autoridades turcas intentan descifrar cómo ocurrió el ataque, revisando los videos de seguridad e interrogando a los testigos para establecer una línea preliminar de eventos.

Al amanecer, los trabajadores comenzaron a retirar los escombros de la terminal. El aeropuerto fue reabierto el miércoles, en un marcado contraste con los 12 días de cierre total en Bruselas luego del atentado ocurrido ahí en marzo. Un tablero con información mostró que cerca de la tercera parte de los vuelos programados estaban cancelados y muchos otros estaban demorados.

ae

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