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Estambul.— Al menos tres atacantes suicidas se inmolaron anoche en el aeropuerto internacional Ataturk de esta ciudad turca, causando la muerte de 41 personas, entre ellas 13 extranjeras, anunció hoy la oficina del gobernador de la ciudad.
Sin dar más detalle sobre las nacionalidades, la oficina confirma además que hubo 239 heridos, de los que 109 ya han sido dados de alta, informó la emisora de noticias NTV.
El primer ministro turco, Binali Yildrim, dijo al visitar el aeropuerto, que todo apunta a la autoría del EI. La cifra de muertos en lo que se convirtió en el peor atentado en Estambul en más de una década incluye a los tres atacantes.
Un atacante disparó con un fusil automático en la sala de salidas, antes del primer control de seguridad para los viajeros, lo que hizo que la gente intentara parapetarse o escapar del lugar. Le acompañaba otro agresor. Imágenes de las cámaras de seguridad emitidas por televisiones turcas muestran cómo los viajeros salen corriendo de la zona del control de seguridad.
La policía les disparó para tratar de detenerlos y logró herir a uno de ellos, quien se inmoló en el suelo. Su compañero hizo lo mismo. El otro agresor, quien se encontraba en el estacionamiento lindante, también se hizo explotar. “Escuché primero disparos y entonces una explosión. De nuevo disparos y gente corriendo por todos lados”, relató una testigo a la cadena CNNTürk.
El aeropuerto, el tercero más concurrido en Europa y el 11 en el mundo por tráfico de pasajeros, ubicado del lado europeo de la ciudad, fue cerrado y los vuelos desviados. Yildrim dijo que reabrirá en las próximas horas. “Con este incidente se hizo claro nuevamente que el terrorismo es una amenaza global. Este ataque, dirigido contra gente inocente es un acto terrorista planificado y vil”, añadió.
Los taxistas del aeropuerto fueron los primeros en trasladar a heridos a los hospitales, y grabaciones tras las explosiones mostraban a numerosas personas tendidas en el suelo, a la espera de los primeros auxilios.
Yildirim negó que hubiera habido fallas de seguridad; también desmintió que uno de los terroristas hubiera escapado, aunque dijo que se investigan todas las posibilidades, luego de que testigos hablaran de al menos un atacante que estaba al interior del aeropuerto. Círculos del gobierno turco informaron que la mayoría de las víctimas son turcas, aunque también murieron extranjeros.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó en una declaración que un ataque tan “cruel” no debería ocurrir en ningún aeropuerto del mundo. “Espero que el atentado contra el aeropuerto de Estambul sea en todo el mundo, sobre todo en los países occidentales, un hito, un punto de inflexión para la lucha conjunta contra las organizaciones terroristas”, dijo, y añadió: “Las organizaciones terroristas no distinguen entre Estambul o Londres, Ankara y Berlín, Izmir y Chicago, Antalya y Roma”. El Ministerio del Interior organizó un centro de crisis para seguir la situación.
El aeropuerto de Ataturk, por el que el año pasado transitaron 61 millones de pasajeros, cuenta con controles de seguridad con máquinas de rayos X y detectores de metal tanto a la entrada de la terminal, antes de los mostradores para el check-in, y otros antes de la zona de control de pasaportes. El ataque hizo recordar a muchos el ocurrido en el aeropuerto de Bruselas, en marzo pasado, atribuido al EI.
Yildirim consideró significativo que el ataque haya ocurrido “precisamente cuando estamos normalizando las relaciones con nuestros vecinos”. Aludió así al pacto con Israel para recuperar relaciones diplomáticas, firmado el martes, y el acercamiento con Rusia, país con el que se enfrentó tras el derribo de un avión en la frontera siria, en diciembre pasado. Turquía se encuentra en estado de alerta por amenaza terrorista y Estambul ya ha sido escenario este año de dos atentados suicidas atribuidos al EI en lugares turísticos y que causaron una quincena de muertos.
En Ankara dos atentados con coches-bomba reivindicados por el grupo armado Halcones por la Libertad de Kurdistán (TAK, por sus siglas en kurdo), cercano al ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), causaron más de 60 muertos. El TAK se responsabilizó del último gran atentado en Estambul, el 6 de junio, contra un autobús policial y que causó 11 muertos.
La comunidad internacional se solidarizó ayer con las víctimas de los atentados en el aeropuerto. En Estados Unidos, que canceló todos los vuelos desde y hacia Estambul y que en abril emitió una alerta por la posibilidad de ataques en la ciudad turca, el portavoz de la Casa Blanca expresó sus “condolencias a los familiares de los muertos”. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que espera que los responsables sean identificados y llevados ante la Justicia.
En México, el presidente Enrique Peña Nieto dijo vía Twitter que el país “lamenta la pérdida de vidas humanas por las explosiones en el aeropuerto de Estambul. Nuestra solidaridad con el pueblo turco”.