Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente brasileño, declaró estar triste por el derrumbe del proyecto político del Partido de los Trabajadores (PT), y afirmó que Dilma Rousseff, mandataria suspendida del cargo durante 180 días mientras se le enjuicia políticamente, “deberá corregir muchas cosas” si regresa al poder, de acuerdo con el portal en línea de La Nación.

Lula declaró que el pasado 12 de mayo “fue un día muy triste para mí, porque no era sólo Dilma que estaba dejando la presidencia de forma abrupta, era el fin de un proyecto, de un sueño. Vi cómo todo se derrumbaba”.

El político calificó, en una entrevista con medios internacionales en su oficina en Sao Paulo que recogió La Nación, la destitución temporal de su sucesora como “una sangría, puesto que no permite que Dilma termine su mandato, fue un golpe de Estado contra la democracia brasileña”. También reveló que si bien no descarta postularse a la presidencia en 2018, no le gustaría serlo.

Dilma fue arropada ayer con banderas de Brasil y del PT que portaban alrededor de 600 activistas que se concentraron en una plaza pública del centro de Belo Horizonte. “Agradezco a ustedes por el cariño y podemos tener la seguridad que nosotros vamos a resistir. No vamos a dejar que la democracia sea herida”, les dijo Dilma, en el que fue su primer acto público desde que fue suspendida.

Investigan a sobrino de ex mandatario. Entretanto, ayer se informó que las autoridades brasileñas investigan a un sobrino de Lula en relación con una red de lavado de dinero y tráfico de influencias.

La policía federal dijo en un comunicado que los investigadores revisan contratos firmados por Odebrecht, la constructora más grande de Brasil, y por Exergia Brasil, una pequeña compañía de construcción propiedad de Taiguara Rodrigues dos Santos. Dos Santos es el sobrino de la difunta primera esposa de Lula.

El ex presidente no es objeto de esta investigación, pero el fiscal general Rodrigo Janot presentó cargos en la Corte Suprema que dicen que Lula trató de obstruir las investigaciones sobre la enorme red de corrupción al interior de la compañía estatal Petrobras.

Según el comunicado, Odebrecht recibió 464 millones de dólares del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil para renovar un proyecto hidroeléctrico en Angola. De esa cantidad, Odebrecht pagó casi un millón de dólares a Exergia Brasil. La policía dijo que investiga si entre 2011 y 2014 Odebrecht pagó sobornos a Exergia, “una compañía perteneciente a un familiar de un ex funcionario público” a fin de facilitar la obtención de créditos del BNDES.

Un agente de la policía federal dijo que el “funcionario público” era Lula. El caso no está relacionado con el que afecta a Petrobras, pero Odebrecht es una de las compañías constructoras que a decir de los fiscales pagó sobornos a la petrolera a cambio de que ésta le concediera contratos a precios inflados.

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