Estados Unidos reiteró hoy que no tiene previsto derogar la conocida Ley de Ajuste Cubano de 1966 a pesar de que sectores de la oposición republicana alegan que está acentuando la ola de inmigración cubana hacia Centroamérica, ante el temor de que sea revocada por la normalización de relaciones entre ambos países.
"No tenemos planes de cambiar la Ley de Ajuste Cubano en este momento, senador. Sigue existiendo un gran flujo de migración fuera de Cuba. Refleja las difíciles condiciones económicas y de derechos humanos en el país", aseguró el subsecretario adjunto para Latinoamérica del Departamento de Estado, Francisco Palmieri.
Preguntado en una audiencia ante el subcomité de Asuntos Latinoamericanos del Senado de EU por el senador republicano Marco Rubio, Palmieri reconoció el problema de los grandes flujos migratorios de ciudadanos cubanos por el corredor centroamericano, pero negó que el Gobierno vaya a eliminar esa legislación.
La ley, vigente desde 1966, y la política de "pies secos/pies mojados" establecen que los cubanos que llegan a suelo estadounidense pueden quedarse, mientras que los interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, son devueltos a Cuba.
Una enmienda de 1980 de la "Ley de Ajuste Cubano" permite a los inmigrantes cubanos, independientemente de sus razones para abandonar la isla, el acceso al Programa Federal de Reasentamiento de Refugiados.
En los últimos meses, miles de cubanos están llegando a países como Costa Rica y Nicaragua, un fenómeno que los gobiernos de ambas naciones aseguran es producto de dicha ley, ya que los inmigrantes buscan, en última instancia, pisar suelo estadounidense.
"Seguimos instando a los países a cumplir sus leyes de migración, reforzar sus controles fronterizos y para hacer frente a la migración indocumentada e irregular mediante la devolución de personas a su último punto de origen", apuntó el diplomático ante las preguntas del legislador.
"Creemos que es la mejor manera de prevenir el flujo", reiteró.
El propio Rubio presentó el pasado enero un proyecto de ley en el Senado para modificar el texto de la Ley de Ajuste Cubano, con el objetivo de que sean los cubanos perseguidos políticamente los que realmente obtengan los beneficios de la misma.
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