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El comienzo de las negociaciones de paz para Siria, que se había anunciado para hoy, se pospone hasta el próximo lunes, cuando el mediador de la ONU, Steffan de Mistura, planea mantener conversaciones sustantivas, aunque indirectas, entre las delegaciones del gobierno y de la oposición.
"Planeamos conversaciones sustantivas el día 14", confirmó hoy De Mistura a la prensa, tras explicar que desde hoy mantendrá consultas con colaboradores de la ONU que han empezado a llegar a Ginebra para sostener todo el mecanismo creado para que tenga alguna posibilidad de éxito un arreglo político al conflicto en Siria.
Este personal apoyará tanto el proceso de consultas políticas entre el gobierno y la oposición sirias, como el trabajo de los dos grupos creados para organizar la llegada de la ayuda humanitaria a los civiles bajo cerco militar y para supervisar el cese de las hostilidades.
Otros expertos de la ONU se incorporarán al centro de operaciones que funciona en Ginebra y desde el cual Estados Unidos, Rusia y la propia organización internacional vigilan que las partes acaten el alto el fuego que este viernes cumplirá dos semanas, al cabo de las cuales -según algunos- expira su vigencia.
En una comparecencia ante la prensa, De Mistura negó hoy que esto sea cierto y lo atribuyó a versiones "de las partes" beligerantes, que contrastan con "el punto de vista de la ONU" y según el cual el cese de las hostilidades es "indefinido".
Aunque salpicada de numerosas violaciones e incidentes diversos, la reducción de la violencia en Siria, desde la madrugada del 27 de febrero, ha sido reconocida de manera general y en ella se fundan las esperanzas de que esta vez gobierno y oposición realmente acepten entrar en discusiones de contenido político.
Los tres pilares de la negociación política que De Mistura pretende iniciar el mismo lunes o muy poco después son: la formación de un gobierno de transición, la elaboración de una nueva constitución y elecciones generales -presidenciales y parlamentarias- en un plazo de 18 meses.
Ni hace dos años, cuando se celebraron en Ginebra dos rondas negociadoras que fracasaron; ni hace seis semanas, cuando este proceso se reanudó, el mediador de turno de la ONU consiguió que las delegaciones enemigas entablaran discusiones políticas directas o indirectas.
En todas esas ocasiones, los intentos de negociación terminaron siendo rehenes de las acusaciones cruzadas entre gobierno y oposición, el primero acusando a los segundos de terroristas, y los segundos acusando a los primeros de ataques indiscriminados contra los civiles y de impedir la entrada de ayuda humanitaria para los civiles.
Por ello, la intención expresada por De Mistura es que ni el cese de las hostilidades ni el acceso humanitario se aborden en las consultas de la próxima semana, ya que para ello existen los grupos de trabajo específicos de cada tema.
"Estas cuestiones no serán, en teoría, abordadas durante las conversaciones de paz porque la solución (al conflicto) es una transición política", recalcó.
Sin embargo, enseguida reconoció lo que es innegable: que "más ayuda humanitaria y un cese de las hostilidades sostenible pueden hacer más creíbles" las negociaciones de Ginebra.
Por el momento, el carril humanitario avanza, aunque lentamente, según expuso Jan Egeland, el presidente del grupo que coordina todos los intentos para hacer llegar ayuda vital a los civiles sitiados.
Egeland dijo que en el último mes se ha conseguido entrar con asistencia humanitaria a diez áreas cercadas, de las dieciocho donde la situación es más grave y de las que algunas no recibían ninguna ayuda desde hace más de un año.
De los ocho lugares restantes, seis están sitiados por fuerzas gubernamentales o afines a ellas, por lo que se requiere del permiso del gobierno, en cuyo caso la ayuda podría llegar en cuestión de 72 horas, aseguró Egeland.
Actualmente, "los procedimientos para pedir autorización y entrar en esas áreas lleva demasiado tiempo", pero en abril "se pondrán en marcha nuevos procedimientos, con un sistema más rápido y fácil", explicó.
Por su parte, el coordinador humanitario de la ONU para Siria, Yacoub El Hillo, anunció que hasta finales de abril está previsto poder suministrar ayuda a 870.000 sirios, no solo en áreas cercadas militarmente, sino también en otras de difícil acceso por diversas razones, como la destrucción de la infraestructura del país.
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