El Gobierno húngaro declaró desde hoy el "estado de crisis por inmigración" en todo el país y reforzará la defensa de las fronteras en el sur, anunció hoy a la prensa en Budapest el ministro de Interior, Sándor Pintér.

El ministro recordó que Eslovenia, Serbia y Croacia han comenzado hoy a aplicar restricciones fronterizas para restaurar la normativa Schengen, lo que significa que la ruta de los Balcanes queda prácticamente cerrada a los refugiados.

"No sabemos cómo reaccionarán los inmigrantes que todavía están en esos países", agregó Pintér, al explicar la medida.

Por otra parte, el ministro reiteró que el Gobierno se ha preparado para levantar una valla en la frontera con Rumanía, si los refugiados optan por cruzar ese país para entrar en Hungría y, así, en la zona de Schengen de libre circulación.

Las autoridades movilizarán centenares de soldados y policías hacia las fronteras y "se aumentarán las capacidades de reacción" , incrementando el número de vehículos, explicó Pintér.

En situaciones de crisis, que puede durar hasta seis meses y prolongarse después, el Estado puede intensificar los controles fronterizos, y la Policía y el Ejército asumir las tareas de registrar a los solicitantes de asilo.

El "estado de crisis" ya fue anunciado en las provincias del sur del país el pasado otoño, después de que Hungría sellara sus fronteras con Serbia y Croacia con vallas.


lsm

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