El presidente Barack Obama consideró este martes que "Cuba debería tener elecciones libres"; no obstante, afirma que el fututo de esta nación tiene que estar en las manos del pueblo cubano".
En un mensaje desde La Habana el mandatario instó a los cubanos a mirar hacia el futuro con esperanza, al considerar que es momento de "enterrar los últimos restos de la Guerra Fría en las Américas".
En su discurso, Obama abrió un torbellino durante el que es su último día en la isla y en el que se incluye una reunión con disidentes cubanos y la asistencia a un partido de béisbol con el equipo nacional del país.
"La Habana está a sólo 90 millas de la Florida, pero para llegar hasta aquí hemos tenido que recorrer una gran distancia", dijo Obama durante su discurso en el Gran Teatro de La Habana.
A pesar del entusiasmo tanto en los EU y Cuba sobre la nueva relación entre los antiguos enemigos, Obama reconoció las profundas diferencias que persisten, en particular sobre los derechos humanos y la democracia. Con el presidente cubano, Raúl Castro, mirando desde un balcón, llamó a los ciudadanos a ser capaces de "decir lo que piensan sin miedo" y elegir a sus líderes en elecciones libres y justas.
El presidente fue vitoreado con entusiasmo cuando reiteró su llamado al Congreso de EU para levantar el embargo económico a Cuba, que calificó de una "carga obsoleta contra el pueblo cubano".
El embargo se odiado en la isla. Durante una aparición conjunta con Obama el lunes, Castro lo llamó "el obstáculo más importante" para el crecimiento económico de Cuba".
El último día de Obama en Cuba fue ensombrecido por los terribles ataques en Bruselas, donde decenas de personas murieron en las explosiones en el aeropuerto y una estación de metro. El presidente abrió su discurso con la promesa de hacer "lo que sea necesario" para apoyar a Bélgica.
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