El parlamento de Myanmar, antes Birmania, eligió a U Htin Kyaw, mano derecha de la líder del movimiento democrático y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, como nuevo presidente, el primero que no es designado por el Ejército en 54 años.

Htin Kyaw, propuesto por la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Suu Kyi y por la Cámara baja, obtuvo el apoyo de 360 de los 652 diputados en la votación que tuvo lugar en la sede del legislativo en Naypyidaw.

El nuevo jefe de Estado se impuso a Henry Van Thio, otro miembro de la NLD propuesto por la Cámara alta, y al teniente general Mying Swe, por las Fuerzas Armadas. Ambos serán nombrados vicepresidentes.

El mandatario electo hizo a la prensa una breve declaración: "es una victoria de la hermana Aung San Suu Kyi", confirmando la estrategia de que será ella quien dirija al país.

U Htin Kyaw siempre ha estado en apoyo de Suu Kyi, pero no estudio economía en Oxford ni fue chofer de la líder que buscó el regreso de Myanmar a la democracia, aclaró Myanmar Times con base en su hoja de vida oficial.

Se confirmó que nació el 20 de julio de 1946 y que fue compañero de estudios secundarios de Suu Kyi. Luego estudio Economía hasta el grado de maestría pero en la Universidad de Yangon.

Fue profesor universitario y su institución lo envió a estudiar al Instituto de Ciencias de la Computación, ya desaparecido, de la Universidad de Londres, y más adelante obtuvo otra maestría en la Escuela de Administración en Massachusetts.

En 1992 renunció al ministerio de Industria donde ingresó en 1975, para encargarse de la dirección de la Fundación Daw Khin Kyi, que lleva ese nombre en honor de la madre de Suu Kyi, donde seguía hasta la fecha.

A fines de mes el teniente general Thein Sein dejará la presidencia tras cinco años de ejercicio en los cuales guió la reapertura de Myanmar al mundo luego del cierre a cargo del general U Ne Win, quien encabezó el golpe militar de 1962.

De acuerdo a un estudio de la Asian Society, Myanmar enfrenta, entre otros, los retos de redefinir y profesionalizar a su ejército, desarrollar la equidad étnica y la tolerancia social y religiosa, así como extirpar de raíz la corrupción.

Por su parte el Geopolitical Monitor destaca que el principal reto del nuevo gobierno es mantener la estabilidad política, pues permitiría que siga la llegada de inversiones, necesarias para el país.

Ese flujo de inversiones ha permito que Myanmar crezca al 8.5 por ciento en 2015, el cual no ha bastado para combatir a fondo la pobreza y el desempleo que califica de endémicos.

Coincide en que la corrupción es un problema básico, pues Myanmar se ubica en el lugar 147 de los 158 países monitoreados por Transparecia internacional.

afcl

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