El magnate Donald Trump fue abucheado repetidamente esta noche durante el debate presidencial republicano, luego que buscó silenciar a Jeb Bush y acusó a los asistentes de haber obtenido sus asientos gracias a donaciones políticas.
Bush acusó a Trump de utilizar el concepto jurídico de “dominio eminente” –que permite al gobierno expropiar propiedad privada para fines públicos- para despojar a una mujer de su propiedad y usarla como estacionamiento público para las limusinas de sus casinos.
En reacción, Trump dijo que nunca se llevó a cabo, pero cuando Bush replicó que Trump intentó hacerlo, el empresario inmobiliario lo calló: “Quieto”, le dijo.
La actitud de Trump detonó un sonoro abucheo de los asistentes al foro celebrado en Manchester, Nueva Hampshire, en vísperas de las elecciones primarias del martes 9 de febrero.
“Esos (abucheos) son de sus donantes e intereses especiales”, dijo Trump dirigiéndose al auditorio, lo que le valió una nueva serie de abucheos.
Pero Trump insistió en que su equipo de campaña no pudo conseguir boletos para ingresar al foro porque fueron repartidos entre donantes y personas que pusieron dinero. Nuevamente el público lo abucheó.
Para rematar, Trump sostuvo que la razón por la cual no lo quieren los donantes es porque no recibe su dinero ni lo quiere.
A diferencia de debates previos, el último encuentro republicano previo a las elecciones primarias de Nueva Hampshire estuvo marcado por sucesivos duelos verbales entre los aspirantes restantes.
En la carrera republicana continúan Donald Trump, Marco Rubio, Ted Cruz, Chris Christie, Jeb Bush y John Kasich.