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La serie de ataques perpetrados ayer en Siria a cinco hospitales y dos escuelas dejaron un saldo de casi 50 muertos, entre ellos muchos niños, indicó el portavoz de la ONU, Farhan Haq.
Además, muchas personas resultaron heridas en atentados en las provincias de Aleppo e Idlib, en el norte del país, agregó en Nueva York.
Médicos sin Fronteras (MSF) reportó que un hospital patrocinado por la organización fue destruido en un bombardeo en la provincia de Idlib.
“El hospital fue alcanzado cuatro veces en al menos dos ataques ocurridos en pocos minutos”, señaló la ONG, que denunció “lo que parece ser una acción deliberada contra una instalación sanitaria”. “La destrucción del hospital en la ciudad de Maarat al-Nuaman deja a una población de 40 mil personas sin asistencia médica en una zona de conflicto activo”, lamentó MSF.
En un ataque a otro hospital en la ciudad murieron dos enfermeras. Tanto el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) como Amnistía Internacional (AI) lamentaron los bombardeos.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en el atentado murieron entre ocho y nueve personas, aunque la cifra podría subir. El Observatorio cree que los ataques fueron efectuados por fuerzas rusas.
Sin embargo, el embajador sirio en Rusia, Riad Haddad, dijo: “El hospital fue destruido por las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Rusia no está relacionadas con esto”.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, calificó los hechos como una “violación flagrante del derecho internacional” y dijo que estos ataques echan sombra a los compromisos de una tregua, que el presidente sirio, Bashar al-Assad, ve inviable.
“Quieren un alto el fuego en una semana. Y ¿Quién puede reunir todas las condiciones y demandas en una semana? Nadie”, dijo Al-Assad ayer en Damasco.
Estados Unidos también condenó los ataques a hospitales: “Que el régimen sirio y sus seguidores continúen con sus ataques deja dudas sobre la determinación de Rusia de detener las acciones brutales del régimen de Al-Assad contra su propio pueblo”, dijo el portavoz del Departamento de Estado de EU, John Kirby.
La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró en favor de establecer una zona de exclusión aérea sobre Siria, durante una entrevista con el diario alemán Stuttgarter Zeitung. “En la situación actual sería de gran ayuda si existiera una zona en la que no volara ninguno de los participantes en los ataques, es decir, una especie de zona de exclusión aérea”, explicó.
Por otro lado, al menos 14 civiles, entre ellos tres niños, murieron en ataques aéreos en Azaz, cerca de la frontera turco-siria. Los objetivos fueron un hospital infantil, dos escuelas y otras zonas, dijeron residentes.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, prometió defender las posiciones rebeldes en la zona. “No permitiremos que Azaz caiga”, afirmó.
En tanto, las fuerzas armadas turcas bombardearon ayer por tercer día consecutivo posiciones de la milicia kurda en el norte de Siria en represalia por el ataque contra un puesto militar en la frontera entre ambos países. Turquía advirtió a combatientes kurdos en el norte de Siria que enfrentarán la “reacción más dura”.
EI usó gas mostaza en Irak. Militantes del Estado Islámico atacaron a fuerzas kurdas en Irak con mostaza azufrada el año pasado, el primer uso conocido de armas químicas en Irak desde la caída de Saddam Hussein, dijo un diplomático, con base en pruebas del organismo de control nuclear de armas químicas.
Una fuente de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas confirmó que pruebas de laboratorio habían dado positivo de mostaza azufrada, luego que unos 35 efectivos kurdos se enfermaron en el campo de batalla en agosto pasado.