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Corea del Norte desató ayer la alarma y el repudio mundial al afirmar que realizó una prueba “exitosa” de una bomba de hidrógeno, la cual pudo haber causado el sismo registrado este martes en la región noreste del país asiático.
Pese a que ni Estados Unidos ni la ONU han podido confirmar que realmente se haya tratado de un ensayo nuclear con una bomba de hidrógeno, también conocida como bomba H, la alarma mundial ya se ha disparado ante la posibilidad de que un gobierno tan radical como el de Pyonyang tenga en su poder esta arma, considerada el arma más poderosa del mundo y cientos de veces más potente que la bomba atómica como la utilizada al final de la Segunda Guerra Mundial en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
El principio fundamental detrás de la bomba H es la fusión, en comparación con la bomba atómica que emplea la fisión.
De acuerdo con el Dr. Matthias Grosse Perdekamp, experto en armas nucleares y control de armas de la Universidad de Illinois y entrevistado por BBC Mundo, la diferencia radica en que en el proceso de fisión para las bombas atómicas los núcleos de los átomos de sustancias radiactivas, como el uranio 235 o el plutonio 239, se dividen en átomos más pequeños para liberar energía.
Los científicos nucleares sólo han logrado este proceso por un número limitado de veces, por lo que la energía liberada con este tipo de bombas tiene un límite de unos 500 kilotones. Cada kilotón es equivalente a la energía liberada en la detonación de mil toneladas de TNT.
En cambio la fusión, proceso clave de la bomba de hidrógeno, es un método inverso, pues los núcleos de los átomos del deuterio y el tritio, componentes del hidrógeno, se unen para formar núcleos más grandes. Este proceso puede realizarse infinitas veces, por lo que en teoría no hay límites en la potencia que puede alcanzar.
Sin embargo, de acuerdo con Grosse, en la práctica estas armas no sobrepasan el megatón de potencia, pues para estrategias militares no suele ser necesaria una potencia explosiva mayor.
Hasta la fecha, ninguna explosión ha superado la potencia de la llamada “Bomba del Zar”, una bomba de hidrógeno de 50 megatones.
Dado que la fusión nuclear es un proceso muy complejo, una bomba de hidrógeno es difícil de fabricar, razón por la cual expertos internacionales en armas nucleares y seguridad aún dudan de la veracidad de las declaraciones de Norcorea.
El proceso es altamente complicado porque, según relató el experto a BBC Mundo, “básicamente cada bomba de fusión (bomba H) incluye también una pequeña bomba de fisión (bomba atómica)”.
La primera explosión nuclear genera las altas temperaturas necesarias para que se logren comprimir los isótopos de hidrógeno y se alcance la fusión. De ahí que las bombas de hidrógeno también se conozcan como termonucleares.
“La energía nuclear liberada en la fusión tiene el mismo origen que la energía que sostiene a toda la vida en la Tierra: la energía del Sol”, señala el experto.
La bomba H, paso a paso
Una bomba de hidrógeno incluye una bomba atómica “primaria”, preparada para condensar el combustible de una “secundaria”, lo que permite que los átomos puedan fusionarse.
Una vez que la bomba de fisión primaria hace implosión, esto calienta y condensa el combustible para la fusión y lo bombardea con neutrones.
Los neutrones se combinan con el litio para producir tritio, que se fusiona con el deuterio para formar helio, reacción que libera enormes cantidades de energía.
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