El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió un debate serio y honesto frente a un cambio de la estrategia de la lucha antidroga en el mundo, en una entrevista que publicó hoy el diario El Tiempo.

En la entrevista realizada por el periodista Julio Sánchez Cristo, Obama se refirió a la lucha contra las drogas, el papel de Colombia en esta estrategia, y al proceso de paz que se desarrolla en La Habana con las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Obama dijo que él ha acogido el debate y el diálogo “en profundidad sobre cómo enfrentar el reto de las drogas ilegales y los narcotraficantes”.

“Incluso en la Cumbre de las Américas -explicó- he discutido el tema con el presidente (Juan Manuel) Santos y otros líderes de la región. Creo que con un debate honesto y abierto podremos entender mejor las ventajas y desventajas de los distintos enfoques y centrar nuestra atención en cómo lograr un mayor impacto trabajando juntos”.

Insistió que se ha empezado “con un cambio en la estrategia en Estados Unidos. Como presidente, he reconocido que mi país comparte la responsabilidad frente a este problema. Esto incluye asumir el reto de reducir la demanda de drogas ilegales en Estados Unidos”.

“Al tiempo que continuamos con nuestros esfuerzos para incautar sustancias ilegales y evitar su ingreso al país, hemos abrazado un enfoque de salud pública que busca reducir la demanda”, agregó.

Comentó que actualmente Estados Unidos destina “más dinero al tratamiento y la prevención que a la aplicación de leyes relativas a las drogas y la detención de narcotraficantes. Paralelamente, hemos destinado recursos sin precedentes para combatir el flujo de armas y dinero desde Estados Unidos hacia México y otros países de la región”.

“Estados Unidos y Colombia -subrayó- son socios extremadamente cercanos en la lucha contra la droga y los carteles de narcotraficantes. Colombia ha desarrollado una nueva estrategia antinarcóticos y estamos comprometidos a trabajar con su Gobierno para que sea exitosa”.

Esta alianza “implicará mayor cooperación en erradicación manual, incautación y seguimiento de organizaciones criminales y operaciones complejas de lavado de dinero”, indicó Obama.

“Además, el tráfico de droga y la insurgencia de las FARC están conectados entre sí, lo que constituye un incentivo añadido para un acuerdo de paz”, acotó.

A su juicio “La implementación efectiva de un acuerdo con las FARC permitirá al Gobierno de Colombia expandir las oportunidades económicas y promover el Estado de derecho en zonas que antes eran controladas por dicho grupo insurgente”.

Obama hizo un reconocimiento al presidente Santos “por su valiente decisión de sentarse a negociar. Creo que nadie pensó que sería una tarea fácil. Es más difícil terminar las guerras que comenzarlas. Ello requiere compromiso, implica tomar riesgos”.

“El presidente Santos y su equipo -afirmó- han demostrado una indoblegable determinación de alcanzar la paz. A fin de apoyar sus esfuerzos designé a nuestro enviado especial, Bernie Aronson, para colaborar en lo que esté a nuestro alcance”.

Agradeció al gobierno de Cuba “por acoger las negociaciones de paz, las cuales se han adelantado durante el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”.

“Seguimos pensando que cualquier acuerdo que contemple la responsabilidad de las partes por las atrocidades cometidas durante la guerra ayudará a Colombia a ponerse al día con sus obligaciones legales, a nivel doméstico e internacional”, advirtió.

Sostuvo Obama que “con base en dichos parámetros, corresponde al pueblo de Colombia y a las partes en la mesa de negociaciones formular mecanismos de justicia transicional”.

“Pero la verdadera paz no es simplemente la ausencia de guerra. Cualquier acuerdo de paz debe ser implementado. Y la paz verdadera requiere seguridad, oportunidades y que se respeten los derechos humanos de todas las personas, incluyendo a quienes habitan en áreas rurales”, puntualizó el mandatario.

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