El nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, asumió hoy su cargo sin la tradicional promesa de lealtad al rey de España y la Constitución del país, y en su mensaje acusó al Estado español de “humillar y asfixiar a Cataluña”.
El presidente número 130 de la historia de la Generalitat fue investido el pasado domingo, tras un acuerdo entre la coalición independentista Juntos por el sí y los anticapitalistas de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), para formar un gobierno independentista.
En la ceremonia de toma de posesión la presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, le tomó la protesta con una sustitución de lealtad al rey, la Constitución y el Estatuto de Cataluña, por fidelidad “a la voluntad al pueblo y sus representantes parlamentarios”.
En su mensaje, Puigdemont reclamó herramientas propias que vayan más allá de una comunidad autónoma y conviertan a Cataluña en un Estado, algo que ante lo que “imposible es sólo una opinión”.
Explicó que buscará la estabilidad necesaria para desarrollar la agenda por la independencia a la que se comprometió en su discurso de investidura, y aseguró que se garantizará la solvencia jurídica de las decisiones a tomar.
Tras la ceremonia de toma de posesión de Puigdemont, la Abogacía del Estado anunció que estudiará si impugna la promesa del cargo hecha por el nuevo presidente catalán, al no corresponderse el juramento con lo que establece la ley.
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