La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, se despidió hoy del gobierno que encabezó durante ocho años con un acto histórico en el que recibió el apoyo de una multitud que colmó la Plaza de Mayo.

“Sólo le pido a Dios una sola cosa: que quienes nos sucedan por imperio de la voluntad popular dentro de cuatro años puedan frente a una plaza como esta decirle a todos los argentinos que también pueden mirarlos a los ojos”, afirmó la mandataria frente a miles de simpatizantes que lloraron su partida.

Antes de salir a saludar a la gente que se reunió en la plaza, en una despedida popular inédita, la presidenta develó en su último acto en la Casa Rosada un busto de su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner, acompañada por el mandatario boliviano Evo Morales.

Ahí, advirtió que la región sudamericana en general y Argentina en particular enfrentan nuevos desafíos con la llegada de otro gobierno, pero confió en que la gente defenderá los derechos conquistados durante los 12 años y medio del poder kirchnerista, que comenzó en mayo de 2003.

Cuando salió a la Plaza, Cristina Fernández aprovechó para justificar su ausencia de la ceremonia de asunción del presidente electo Mauricio Macri, que se realizará mañana jueves en la Asamblea Legislativa.

Criticó que, por una decisión judicial en respuesta a una cautelar (amparo) que interpuso el macrismo, la Presidencia del país vaya a recaer en el senador Federico Pinedo a partir de esta medianoche y hasta la toma de posesión del nuevo mandatario.

“Esto no lo merecía ningún argentino, ni el 51 por ciento que los votó, ni el 49 por ciento que lo hizo por nosotros, se violentó la Constitución”, acusó.

Después repasó los logros del kirchnerismo y afirmó que “después de 12 años y medio podemos mirar a los ojos de todos los argentinos”, porque “dejamos 119 nietos recuperados, dejamos el ejemplo al mundo de que no hay impunidad y que no necesitamos ningún tribunal extranjero para hacernos cargo de nuestra historia”.

Añadió que “podemos mirar a los ojos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, porque hemos dado respuesta al reclamo histórico de memoria, verdad y justicia” ante los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983.

La presidenta aseguró que su gobierno nunca traicionó a los trabajadores ni atacó la libertad de expresión aún a costa de las difamaciones y calumnias que padecieron ella y sus funcionarios.

También recordó a los científicos, los docentes, los estudiantes universitarios, los jubilados, los beneficiarios de los programas sociales, y medidas como la recuperación de Aerolíneas Argentinas.

Por último, Fernández de Kirchner le advirtió al gobierno entrante que “no hay fórmulas mágicas, la confianza se construye cuando cada argentino sabe que el que está sentado en el sillón de la Casa Rosada es el que toma las decisiones y que cuando lo hace, lo hace en beneficios de las grandes mayorías populares”.

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