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Autoridades federales informaron que los dos fusiles de asalto y las dos pistolas usadas en la masacre de San Bernardino fueron adquiridas legalmente en Estados Unidos, dos de ellas por alguien que ahora está siendo investigado.
Meredith Davis, de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, indicó que los investigadores están buscando una conexión con la última persona que las adquirió legalmente.
Dijo que las cuatro armas fueron adquiridas hace cuatro años, pero no aclaró si fueron compradas en California u otro estado ni cómo llegaron a las manos de los dos atacantes.
Esta madrugada, agentes federales y de la policía local allanaron por segundo día un domicilio en relación con la masacre en San Bernardino.
Un equipo allanó el jueves por la madrugada la residencia en Redlands, a unos 11 kilómetros del lugar de la matanza en el Inland Regional Center.
También registraron un auto negro estacionado frente a la casa.
La vivienda es el lugar donde los agentes vieron inicialmente un vehículo similar a la descripción del SUV en las horas previas al tiroteo final en el que fueron abatidos.
La balacera se produjo el miércoles en un centro de servicios sociales para discapacitados, donde los colegas del sospechoso en el Departamento de Salud Pública del condado de San Bernardino habían arrendado un espacio para la celebración. Fue la mayor matanza en el país desde el ataque hace tres años a una escuela primaria en Newtown, Connecticut, en el que murieron 26 niños y adultos.
Las autoridades intentaban determinar un motivo para la balacera, que podría suponer un caso de terrorismo o de violencia en el entorno laboral.
ahd