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Durante la premier en Londres del documental "Él me llamó Malala", que retrata la vida íntima de la Nobel de la Paz en 2014 Malala Yousafzai, la adolescente de 18 años se reunió con la actriz Emma Watson, quien tenía planeado conversar con ella.
El video del encuentro fue difundido en diversas redes sociales compañado de algunas de las impresiones de la protagonista de la saga de Harry Potter sobre la Malala. Se refirió a ella como una mujer muy inteligente y aseguró que aunque existen muchas organizaciones civiles en el mundo, sin duda, donaría a la que encabeza Yousafzai y promueve la educación especialmente de niñas.
Durante la charla, Malala reconoció que fue gracias a las acciones y discursos de Watson que se dio cuenta que era feminista y cómo ello ha modificado de manera positiva su vida.
La actriz respondió que ese fue el “momento más enternecedor del día, pues ella iba a preguntarle a Malala sobre si se consideraba feminista”. Esto debido a que la Nobel de la Paz nunca había utilizado esa palabra para describirse.
Para sorpresa de Watson, la misma Malala utilizó el adjetivo durante la entrevista. “Todas vamos hacia la misma meta. No tengan miedo de decir que son feministas. Debe ser un movimiento incluyente. Juntemos nuestras manos y hagamos un cambio real. Malala y yo lo tomamos en serio y las necesitamos”, sentenció la actriz.
La cinta presentada hoy hace especial hincapié en el papel que jugó el educador y activista pakistaní Ziauddin Yousafzai en la formación de su hija, la Premio Nobel más joven de la historia, tiroteada en 2012 por los talibanes al defender en público la escolarización de las niñas.
"Él me enseñó a levantar la voz cuando hay injusticias en la sociedad, cuando vetan la entrada de las mujeres al mercado y a las niñas a la escuela. Él nunca se ha callado y eso me ha inspirado, aunque nunca me ha forzado a ser como soy", dijo Malala en una entrevista con Efe.
La joven se recuperó en el Reino Unido de unas heridas que estuvieron a punto de costarle la vida y desde allí ha continuado una campaña que la ha llevado a hablar ante la asamblea de la ONU, reunirse con el presidente de EU, Barack Obama, y la reina Isabel II, al tiempo que intentaba "no perder un solo día de clase".
"Ambas facetas se han convertido en parte de mi vida. Me gusta poder ir al colegio y sentirme como una niña normal, pero también es importante la otra vertiente, conocer a gente famosa y presidentes, para poder divulgar mi mensaje en todo el mundo", relata Malala.
Malala aparece en el documental de Guggenheim continuamente apoyada por su padre: "La verdadera estrella en esta película es él", sentencia el director.
"Ha sido un gran activista en Pakistán. No solo ha defendido los derechos de las niñas, también el medio ambiente y la justicia social. Eso ha sido muy importante en la historia de Malala, que creció viendo a ese padre inspirador", señaló.
Con todo, Ziauddin recalca que ha dejado que su hija construyera su propio camino. "Cuando preparaba el discurso ante la ONU le dije 'debes escribir tu propio discurso, porque vas a estar ante el mundo por primera vez y la gente quiere oirte a ti'".
"Una semana antes del evento llegó del colegio y me enseñó lo que había escrito. Cuando lo leí tenía lágrimas en los ojos. Le grité a mi mujer 'mira, Malala es la misma que era antes'. No esperaba un mensaje tan poderoso, fue fantástico", rememoró Ziuaddin.