Más Información
Alista Senado nueva Ley General de Derechos de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos; deberán consultar a Claudia Sheinbaum
Birmex cancela investigación de mercado para medicamentos, denuncia diputado del PAN; Gobierno seleccionará precios arbitrarios, acusa
El gobierno griego llevó a cabo la primera reubicación de un grupo de 30 refugiados sirios e iraquíes que han partido del aeropuerto internacional Eleftheros Venizelos de Atenas rumbo a Luxemburgo.
Las seis familias, cuatro sirias y dos iraquíes, y entre las que hay menores con discapacidad, han embarcado en un vuelo regular de la compañía helena Aegean con destino a Bruselas, desde donde serán trasladados a Luxemburgo en autobús.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, participó en una breve ceremonia realizada en el aeropuerto junto al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz; el comisario y el ministro griego de Migración, Dimitris Avramópulos y Yanis Muzalas, respectivamente, y el titular de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn.
Tras despedir a los refugiados a pie de pista, Tsipras se refirió a la necesidad de detener "el sacrificio humano en el Egeo que avergüenza a la cultura europea".
El primer ministro dijo ser consciente de que la reubicación de 30 personas es "una gota en el océano" mientras siguen llegando miles de refugiados a las islas, pero manifestó su esperanza de que el proceso continúe y los Estados comunitarios ejerzan una "responsabilidad compartida".
"Se inicia el proceso de reubicación de los refugiados que han venido de Siria e Irak, han corrido el riesgo de perder la vida en el mar Egeo y ahora tienen la oportunidad de emprender un viaje hacia la esperanza de una vida mejor", destacó Tsipras.
Todos ellos llegaron recientemente a la isla griega de Lesbos, una de las más afectadas por la arribada diaria de embarcaciones.
Bélgica, Francia, Alemania, Chipre, Lituania y Finlandia son los otros países que participan en este programa de reubicación.
El Ministerio de Migración griego ha calificado como negativo que tan solo siete países se hayan sumado a la iniciativa y ha considerado que la reubicación "debería aplicarse de forma proporcional a todos los Estados miembros".
Esta primera reubicación es una acción simbólica, ya que se realiza a Luxemburgo, que este semestre ostenta la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE), y persigue incentivar al resto de gobiernos comunitarios a participar en el programa, afirmó el Ministerio en un comunicado.
Para el gobierno heleno, esta primera reubicación, que está aún en fase piloto, demuestra las ventajas del programa, pues garantiza a los refugiados "el traslado seguro y legal a otro Estado miembro".
En lo que va de año han llegado a las costas griegas más de medio millón de refugiados y migrantes, según la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Esta cifra es minúscula comparada con la avalancha de personas que arriesgan sus vidas para llegar a la costa griega desde la vecina Turquía. Docenas de lanchas, barcos de madera y otras embarcaciones arriban a las islas del Egeo a diario, con entre 40 y cientos de migrantes a bordo.
En lo que va de año, Grecia recibió a más de 600 mil refugiados y migrantes, la mayoría en los últimos meses.
El programa de reubicación tiene como objetivo trasladar a 160 mil refugiados desde los países de la UE más afectados por la ola migratoria a otros estados miembro. Otro pequeño grupo partió ya desde Italia.
Tsipras destacó también la necesidad de trasladar a los refugiados directamente desde Turquía para evitar más muertes en el mar Egeo.
El primer ministro y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, quien también estuvo en el aeropuerto, tienen previsto visitar el jueves la isla de Lesbos, destino de la mayoría de las travesías que comienzan en la costa turca.
Por su parte, el canciller de Luxemburgo, Jean Asselborn, dijo que el gesto "simbólico" del miércoles es "solo un inicio, pero un inicio muy, muy importante".
Todos los responsables hicieron hincapié en que la construcción de vallas con alambre de púas en las fronteras para intentar frenar a los migrantes, una práctica adoptada por algunos de socios del bloque, no cumple con los valores comunitarios.
"Los muros, vallas y alambres de púas no pueden formar parte de la Unión Europea", afirmó Asselborn.
Si Europa no puede cambiar esa imagen, así como los episodios de xenofobia, "de algún modo se destruyen los valores de la Unión Europea", agregó.
Los reporteros no pudieron hablar con las familias reubicadas.
jlc