Mauricio Macri, ingeniero de 56 años, marcó el final del kirchnerismo en el poder, al obtener 52.49% de los votos, contra 47.51% obtenido ayer por el candidato oficialista, Daniel Scioli, y abrió una nueva era política en Argentina, plagada de desafíos económicos y sociales.

“Acabo de llamar al nuevo presidente, Mauricio Macri, a quien le deseo toda la suerte y que Dios lo ilumine para que le vaya bien a la Argentina”, dijo Scioli, del Frente para la Victoria (FpV) kirchnerista, al reconocer anoche la derrota.

Minutos después, mientras miles de personas se concentraron a celebrar en el Obelisco porteño, fue Macri, del frente opositor Cambiemos, quien declaró que “es un día histórico donde comenzamos con el cambio, no es un tiempo de venganzas y de revanchismo, sino de construir todos juntos el futuro”.

Macri hizo además un llamado a las naciones latinoamericanas y del resto del mundo: “Queremos tener buenas relaciones con todos los países, queremos trabajar con todos”, dijo el político conservador, quien aboga por un cambio en la política exterior que impulsó el kirchnerismo, que estuvo más vinculada a Venezuela, China y Rusia.

El 80.9% de los poco más de 32 millones de argentinos convocados a las urnas participó en la inédita segunda vuelta presidencial, tres puntos por debajo del nivel de octubre, informó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak. En tanto, sólo 1.2% de los votantes votó en blanco.

Macri deberá gobernar sin mayorías propias en las cámaras del Congreso y anticipó que una de sus primeras medidas será convocar a un pacto de gobernabilidad a las distintas fuerzas.

En la Cámara de Diputados ninguna fuerza tendrá quórum propio, pero el FpV será la primera minoría con 107 de los 257 legisladores, frente a los 89 que tendrá Cambiemos.

En el Senado, el FpV tendrá quórum propio con 43 de los 72 escaños. Cambiemos contará con 16 senadores.

El próximo presidente contará no obstante con el apoyo de sus principales socios en la alianza Cambiemos: la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica y el peronista disidente Sergio Massa, líder del Frente Renovador y la alianza UNA.

Después de la primera vuelta, el pasado 25 de octubre, cuando el kirchnerismo esperaba una victoria en primera vuelta, y sólo aventajó a Macri por poco más de 2%, la candidatura del ex presidente del Boca Juniors se fue potenciando con cada aparición de la presidenta o de algún miembro del gabinete, o con la campaña de temor ante la inminencia de un ajuste fiscal y sus consecuencias que había desatado el oficialismo.

El macrismo, con su fuerza centroderechista PRO y sus aliados como la Unión Cívica Radical y el ARI, sólo controlaban la capital argentina y tras estos comicios, pasarán a gobernar 55% de las provincias y los dos principales distritos del país, además del gobierno nacional: la capital y la provincia de Buenos Aires.

El martes, Macri será recibido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner —quien lo felicitó anoche— para ordenar la transición del poder que será el próximo 10 de diciembre.

La euforia en el búnker del macrismo contrastó ferozmente con las caras largas y muchas ausencias en el cuartel de campaña de Scioli, quien tras el golpe de octubre no atinó a poder articular una campaña acorde con lo que reclamaban los votantes y un discurso convincente para distanciarse de la mandataria, cuya figura había agotado a la sociedad.

En los primeros meses de su gobierno, Macri tendrá también que impulsar medidas para reparar la división de la sociedad cuanto antes y devolverle cierta normalidad a un país que le dio al presidente electo la posibilidad —no un cheque en blanco— de gobernar aun con el peligro de que el país vuelva por la senda neoliberal de los años 90.

“Vamos a hacerlo juntos. Ustedes me trajeron hasta aquí para que yo les muestre el camino y trabaje para mejorar la vida de todos los argentinos”, concluía anoche Macri mientras festejaba bailando, como es habitual en cada triunfo electoral de su espacio político, donde ayer era todo fiesta.

Peña Nieto lo felicita. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, felicitó ayer a Mauricio Macri por su triunfo en Argentina y adelantó que trabajará con él en favor de la relación bilateral. En Twitter escribió: “Felicidades a @mauriciomacri, por su triunfo electoral en Argentina. Le deseo éxito en su gestión”. El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), también felicitó a Macri.

Con información de agencias

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