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Bruselas/Estambul/Moscú.— Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) denunciaron ayer a Rusia por violar el espacio aéreo turco cerca de la frontera con Siria, y Turquía amenazó con responder si es provocada de nuevo.
La OTAN respaldó a Turquía ante lo que llamó una violación “inaceptable” e “irresponsable” por parte de Rusia, al tiempo que instaron a Moscú a detener “inmediatamente” sus ataques contra la oposición y civiles en Siria, para centrarse en luchar contra el Estado Islámico (EI).
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, convocó de urgencia al Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de decisión de la Alianza Atlántica, tras reunirse en Bruselas con el jefe de la diplomacia turca, Feridun Hadi Sinirlioglu.
El Ministerio de Exteriores turco denunció ayer que un caza ruso penetró el pasado día 3, a las 09:08 horas GMT, en la provincia de Hatay, fronteriza con Siria, y regresó al país árabe tras ser interceptado por dos F-16 de Turquía, cuyo ejército es el segundo más grande de la OTAN.
En un segundo incidente, el ejército turco aseguró que un caza MiG-29 —un aparato usado tanto por Rusia como por la fuerza aérea Siria— acosó a dos de sus F-16 apuntándoles con su radar el domingo, mientras patrullaban la frontera.
Rusia reconoció que uno de sus aviones violó el espacio aéreo turco y lo achacó a las malas condiciones meteorológicas, aunque dijo que no volvería a repetirse.
“El 3 de octubre, al concluir un vuelo de combate y durante una maniobra sobre una zona boscosa de montaña, un avión ruso Su-30 penetró por un corto espacio de tiempo, por unos segundos, en el espacio aéreo turco”, dijo a Interfax el portavoz del Ministerio de Defensa para la operación militar rusa en Siria, Ígor Konashenkov.
Turquía convocó al embajador de Moscú para protestar por el incidente y dijo que Rusia sería “responsable de cualquier incidente no deseado que pueda ocurrir”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó la llamada a consultas del embajador ruso, afirmando que “se mencionaron algunos hechos que deben ser comprobados”, pero no ofreció más detalles.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, advirtió que “las reglas de enfrentamiento de Turquía se aplican a todos los aviones, sean sirios, rusos o de otra parte. Se adoptarán las medidas necesarias contra cualquiera que viole las fronteras turcas, aunque sea un pájaro”.
El secretario de Estado de EU, John Kerry, aseguró que su país estaba “muy preocupado” por la incursión del avión ruso y que había intensificado las conversaciones con Moscú.
EU y sus aliados llevan a cabo su propia campaña aérea contra los yihadistas en Siria, mientras exigen la renuncia del presidente, Bashar al-Assad, y respaldan a otros insurgentes que combaten en su contra.
Rusia asegura que su objetivo es el EI, pero la coalición en la que participan Washington, potencias europeas, Turquía y la mayoría de estados árabes, acusa a Moscú de atacar sobre todo a otros insurgentes y pocos objetivos de los yihadistas en el país árabe.
Continúan bombardeos. Aviones rusos atacaron otros 10 objetivos del EI en Siria en 15 vuelos de combate diurnos realizados durante la jornada de ayer, informó el ministerio de Defensa de Rusia.
Los milicianos del EI perdieron en ese ataque una veintena de tanques T-55, de fabricación rusa, que habían arrebatado en combate al Ejército sirio; así como tres sistemas de defensa antiaérea y tres almacenes con munición en la provincia de Homs, un nudo de comunicaciones y un centro de mando en Jebel Mgar, en las montañas de la provincia de Damasco, dijo el Ministerio de Defensa ruso.