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Un joven de 23 años y dos adolescentes de 14 y 15 años murieron la pasada madrugada en un tiroteo en un barrio conflictivo del norte de Marsella conocido por ser un centro de tráfico de drogas.
Los bomberos, que según su relato llegaron al lugar de los hechos al que habían sido llamados en la Cité des Lauriers hacia las 2:00 horas (1:00 GMT), encontraron a los tres jóvenes tendidos en el suelo acribillados de balas y en paro cardíaco. No pudieron hacer nada para salvarles la vida.
Los tres fallecidos, que estaban a los pies del conocido como edificio B, recibieron ráfagas de balas de nueve milímetros, indicó el sitio internet del periódico La Provence.
El mayor de los tres tenía antecedentes por tráfico de drogas y su mismo padre, en declaraciones al canal de televisión "France 2", reconoció que su hijo sabía los riesgos de su actividad pero "estaba cegado por el dinero fácil".
El prefecto de policía de Marsella, Laurent Núñez, indicó en una comparecencia ante la prensa que los primeros elementos hacen pensar en un ajuste de cuentas entre traficantes.
De hecho, fuentes policiales citadas por "France 2" precisaron que otros miembros de la red a la que pertenecían los asesinados les reprochaban haber extraviado una parte de la droga que se les había asignado.
La policía desplegó un importante dispositivo policial en la Cité des Lauriers, donde hay un importante comercio de menudeo de hachís.
En los barrios del norte de Marsella no son raros los ajustes de cuentas a tiros entre clanes de narcotraficantes -en ocasiones muy jóvenes- que se disputan el mercado y que todos los años causan numerosos muertos.
Según el recuento del Ministerio del Interior, este año se llevan contabilizados once muertos, cuando en todo 2014 fueron 10.
El primer ministro, Manuel Valls, afirmó en su cuenta de Twitter que "nada detendrá la determinación del Estado para luchar contra el crimen organizado", después de mostrar su "indignación" por los hechos.
mgg