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Atenas.— El partido izquierdista Syriza mantiene una ligera ventaja sobre el conservador Nueva Democracia en las elecciones generales anticipadas que Grecia celebrará el día 20 de septiembre, según dos nuevos sondeos publicados ayer.
La encuesta realizada por el instituto Kapa Research para el diario Vima otorga a Syriza 26.5% frente a 25.9% de Nueva Democracia, mientras el sondeo de Marc para el rotativo Ethnos da 24.4% a los izquierdistas de Alexis Tsipras y 24 % a los conservadores de Vangelis Meimarakis.
El ex primer ministro Alexis Tsipras desestimó ayer los temores de que las elecciones anticipadas de Grecia arrojen un resultado poco concluyente, al argumentar que había suficientes votantes indecisos que darán paso a un ganador en los comicios.
Tsipras renunció el mes pasado para convocar a elecciones, con la esperanza de contar con un mandato que respalde el severo programa de austeridad que acordó a cambio de un paquete de rescate de 86 mil millones de euros, provisto por sus acreedores de Europa.
Pero tras haber empezado la campaña como el claro favorito, el liderazgo de su partido de izquierda Syriza en los sondeos se derrumbó en los últimos días, lo que deja una contienda sorpresivamente estrecha en contra de su principal rival, el grupo conservador Nueva Democracia.
“Ahora hay entre 15% y 20% de votantes indecisos. En matemática simple, esto significa que el partido que gane, si no logra una mayoría clara en el Parlamento, estará muy cerca”, dijo Tsipras en una entrevista emitida ayer por la cadena Skai.
Tsipras llegó al poder en enero tras prometer a los votantes el fin de la austeridad y la reformulación de la relación de Atenas con sus acreedores internacionales: la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.
Pero luego de que la economía griega quedara al borde del colapso y tras el cierre de bancos que elevó la posibilidad de que el país tuviera que dejar la zona euro, Tsipras finalmente cedió a las demandas de sus acreedores. El domingo, el ex premier se comprometió a negociar con los acreedores las partes aún abiertas del tercer rescate.
Entre otros puntos, se comprometió a aligerar la burocracia que merma la actividad de los emprendedores y a ayudar a las pequeñas y medianas empresas a mejorar sus exportaciones para conseguir así “frenar la sangría de universitarios” que abandonan el país.