El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo hoy que espera que el histórico discurso del papa Francisco ayer en el Capitolio "haya cambiado corazones y mentes" entre los legisladores del dividido Congreso del país.
"Los congresistas deberían pensar sobre lo que el Papa dijo, no en lo particular, sino en la proposición general de que deberíamos estar abiertos unos a otros, de no demonizarnos, de no asumir que tenemos el monopolio de la verdad", afirmó Obama durante una rueda de prensa conjunta con el presidente chino, Xi Jinping, en el jardín de la Casa Blanca.
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