Sophie Cruz, la niña de origen mexicano que ayer logró entregarle al Papa una carta en la que le pedía interceder por los padres indocumentados en Estados Unidos, se reunió con el embajador de México en EU, Miguel Basáñez.
El organismo diplomático dio a conocer hoy en las redes sociales fotografías del encuentro en Washington D.C. entre la niña de 5 años, acompañada de su padre Raúl Cruz, y el diplomático mexicano.
Durante el encuentro, Basáñez resaltó el compromiso del gobierno de México, a través de la embajada y de la red de 50 consulados en EU, para "proteger y promover los derechos de los mexicanos y sus familias sin importar su condición migratoria", según informó el organismo diplomático en un comunicado.
Niñas como Sophie, señaló la embajada, "representan el valor y la tenacidad de la comunidad migrante que reside en EU". En la actualidad, continúa el comunicado, hay aproximadamente 5.3 millones de niños que son hijos de padres indocumentados, 85% de los cuales nacieron en territorio estadounidense.
La embajada afirmó que "es una prioridad para el gobierno de México velar por la unidad familiar para que Sophie y los niños como ella puedan vivir con tranquilidad y certeza en este país. La Embajada de México en los Estados Unidos y su red consular seguirán tomando las medidas necesarias para defender los derechos e intereses de los mexicanos" en EU.
La pequeña Sophie, quien habla dos idiomas y un dialecto, entregó ayer al Papa, durante su recorrido por la capital estadounidense, una camiseta amarillo brillante y una carta en la que expresa su deseo de que a su madre, su padre y millones de personas más que no tienen residencia legal en Estados Unidos se les permita permanecer en el país, de acuerdo a Gloria Saucedo, directora de la Hermandad Mexicana Transnacional, un grupo defensor de inmigrantes.
Sophie rebasó la barricada y se acercó al papamóvil, llevando una camiseta con la leyenda: "Papa: rescate a DAPA para que la legalización sea su bendición". Las siglas corresponden al programa de suspensión temporal de deportación de padres de estadounidenses, que evitaría la deportación a los padres de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes que han estado en el país durante algunos años, pero que está suspendido luego de la demanda legal por parte de 26 estados para bloquearlo.
Sophie se intimidó cuando un guardaespaldas se le acercó. Pero cuando el papa le hizo un gesto, permitió que el guardaespaldas la cargara y la llevara para recibir un beso del pontífice y la bendición. Un guardia llevó la camiseta y el mensaje hasta el papamóvil.
La Hermandad Mexicana Transnacional, con sede en Los Ángeles, organizó el viaje a Washington desde el Sur de California para seis niños y 19 adultos, con la esperanza de entregar su mensaje sobre migración, dijo Saucedo.
Sophie fue con su padre Raúl, de 30 años, quien al igual que su madre, llegaron a Estados Unidos procedentes del estado de Oaxaca, en el sur de México hace unos 10 años. Sophie y su hermana nacieron en Estados Unidos y por lo tanto, son ciudadanas estadounidenses.
"Esto nos llena de entusiasmo", dijo Saucedo.
Sophie y su padre aparecerán en un evento y en una conferencia de prensa la tarde del miércoles en el Capitolio. La representante Julia Brownley invitó a Sophia a escuchar el discurso del papa ante el Congreso el jueves.
Es posible que los padres de Cruz no sean una prioridad para las agencias migratorias. El gobierno de Obama ha ordenado en repetidas ocasiones a las agencias que se enfoquen en los inmigrantes con graves registros delictivos, personas que representen una amenaza a la seguridad nacional y aquellos que sean capturados cruzando la frontera de forma ilegal.
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