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La gobernadora del estado de Carolina del Sur, Nikki Haley, firmó hoy la ley que autoriza retirar del Capitolio estatal la bandera confederada, un símbolo cultural de los estados del sur de Estados Unidos que ha sido objeto de un intenso debate en las últimas semanas y que finalmente será removida mañana viernes.
Durante la firma de la norma, Haley estuvo rodeada de legisladores, exgobernadores y familiares de las víctimas de la masacre de una iglesia de la comunidad negra, y reafirmó hoy que la medida tenía que ver con el "futuro de nuestros niños".
"La bandera confederada será retirada de los terrenos del capitolio de Carolina del Sur" el viernes, señaló la gobernadora republicana. "Vamos a bajarla con dignidad y nos aseguraremos que sea colocada en el lugar que le corresponde", agregó.
La bandera confederada, el estandarte de los estados del Sur favorables a la esclavitud de los negros durante la Guerra Civil estadounidense, se convirtió en motivo de polémica tras el tiroteo mortal en la ciudad de Charleston, en el norte del estado, ocurrido el pasado 17 de junio en el que murieron nueve personas en una iglesia de la comunidad negra.
Una de las víctimas de ese suceso fue el senador Clementa Pinckney, un demócrata representante de la zona de Jasper, quien era también pastor de la Iglesia Emmanuel AME, lugar donde ocurrió la matanza.
Poco después de esta tragedia se dieron a conocer fotografías en las que se ve junto a la bandera confederada a Dylann Roof, detenido como autor de la matanza y quien señaló que su objetivo era desatar una "guerra racial" en Estados Unidos.
El trágico suceso de Charleston abrió un debate en varios estados del sur del país sobre el uso de esta bandera en los edificios públicos.
A raíz del tiroteo, la gobernadora Haley urgió a los legisladores de Carolina del Sur aprobar una ley que autorice retirar la bandera confederada del Capitolio estatal, localizado en la ciudad de Columbia.
El pasado martes, el Senado aprobó por mayoría remover la bandera y colocarla en un salón del Museo Militar del estado, localizado al frente del Capitolio, un lugar que los legisladores consideran apropiado para honrar un símbolo de la herencia del sur.
Sin embargo, el proyecto de ley fue ampliamente discutido en la Cámara Baja, en donde se presentaron 25 diferentes propuestas sobre el destino que debía tener este símbolo histórico. Algunos legisladores sugirieron reemplazarla por otra bandera menos conocida de la época de los confederados para preservar la "herencia del sur".
No obstante, a primeras horas de la madrugada de hoy los legisladores resolvieron con 94 votos a favor y 20 en contra retirar la bandera, en lo que Haley consideró como un "nuevo comienzo para Carolina del Sur y símbolo de unidad del estado".
La bandera fue colocada en 1961 en la cúpula del Capitolio de Carolina del Sur para celebrar el 100 aniversario de la guerra, tras lo cual fue trasladada a su actual ubicación en el campo del Capitolio en el año 2000, y desde entonces se produjeron debates entre los legisladores sobre su remoción.
Ted Pitts, presidente de la Cámara de Comercio de Carolina del Sur, recordó hoy que desde 1999 la comunidad empresarial ha abogado por el retiro de la bandera confederada del Capitolio.
"Felicitamos a los legisladores por su liderazgo y reafirmamos que al quitar la bandera estamos promoviendo la atracción de una fuerza laboral diversa, ampliando las oportunidades del turismo y fortaleciendo los negocios del estado" , afirmó Pitts en un comunicado.
Iván Segura, presidente del Consejo de Mexicanos en las Carolinas, comentó hoy a Efe que "la comunidad hispana celebra la remoción de la bandera del Capitolio, y se une a las celebraciones con la comunidad negra y todas la minorías que han expresado por años su disgusto por este símbolo de odio y discriminación en el legislativo estatal".
"Esperamos que este hecho sea solo el inicio de un trabajo en conjunto que nos lleve a crear un Carolina del Sur más justa para todos y cada uno de sus habitantes", reiteró el líder hispano, cuyo grupo ha trabajado con los afroamericanos en temas de los derechos civiles.
Por su parte, Gregory Torrales, presidente del Concilio Hispano de Carolina del Sur, comentó a Efe que el senador Pinckney era un "aliado de la comunidad hispana del estado, y que lo que hicieron hoy los legisladores fue honrar su memoria.
"Hoy Carolina del Sur está enseñando que hemos progresado y que hayan quitado la bandera del Capitolio es una victoria" , aunque tuvo que ocurrir "en medio de una tragedia", enfatizó.