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El Cairo.— Al menos 100 insurgentes y 17 soldados murieron en una ola de ataques contra puestos del ejército de Egipto en la península del Sinaí, confirmaron ayer fuentes oficiales. La autoría de los atentados fue asumida por la rama egipcia del Estado Islámico (EI), Wilaya Sina. Horas después del ataque, el grupo aseguró que los “leones del califato de la provincia de Sinaí” atacaron más de 15 puestos del ejército egipcio.
Los ataques fueron confirmado por el ejército, que aseguró que fueron perpetrados por “grupos terroristas” contra bases militares de las regiones de Sheij Zuweid y Rafa. Tras los ataques, Israel cerró temporalmente sus fronteras con Egipto y Gaza.
El premier israelí, Benjamin Netanyahu, envió sus condolencias al gobierno y pueblo egipcios, “y a los familiares de los egipcios que han sido asesinados por este terrorismo feroz”.
En tanto, la Hermandad Musulmana (HM) llamó a una rebelión contra el presidente Abdul Fatah al-Sisi, al que llamó “carnicero”, luego de que un equipo de fuerzas especiales mató a nueve miembros de la agrupación, incluido un ex integrante del Parlamento, en un allanamiento ocurrido ayer a un apartamento capitalino.
“Salgan en rebelión y en defensa de su país, ustedes y sus hijos”, afirmó la HM en un comunicado emitido en inglés. “Destruyan las ciudadelas de su opresión y tiranía y reclamen Egipto otra vez”. La Hermandad consideró que estos homicidios son “un punto de inflexión que tendrá sus propias repercusiones... Al-Sisi está iniciando una nueva fase en la cual no será posible controlar la ira de los sectores oprimidos”.Agencias
